¿Hasta qué punto puede considerarse (o no) que la democracia y la forma moderna de entender la política operan con presupuestos del cristianismo?

¿Hasta qué punto puede considerarse (o no) que la Democracia y la forma moderna de entender la política operan con presupuestos del cristianismo?
A lo largo de los siglos las religiones no han hecho más que perseguir y dividir en vez de unir, en vez de dejar vivir: guerra santa, fanatismo, inquisición e hipocresía son solo pocos ejemplos del papel triste pero preponderante que toma la religióncuando colocamos la mirada en el pasado.
Pero ¿por qué la religión adquiere este papel? se puede afirmar sin temor a equivocarse que es gracias a la “propiedad” de las llaves del cielo, ya que es esta “posesión” la que le abre a la iglesia el espacio en la política, en la democracia y hasta en la filosofía.
Desde el homo sapiens hubo miedo a la muerte y se creía que el sol daba la buena o malasuerte, ahora es lo mismo pero el sol es llamado Dios. Es precisamente ese miedo infinito del hombre a morir lo que le ha permitido a la iglesia permear el ordenamiento social, miedo que autorizó a la iglesia en la antigüedad a criticar la actividad comercial con argucia, es decir afirmando que esta actividad es peligrosa para la salvación del alma ya que rompe con el ideal ascético, ideal hoyirónico cuando vemos mansiones y palacios que guardan siglos de riqueza, fortuna que empezó a crecer gracias a los testamentos de esos comerciantes “pecadores” angustiados por obtener la absolución en el juicio final. Asimismo irónico en la Edad Media cuando la iglesia fue un feudo más que monopolizo el “perdón” de los pecados, comerció con reliquias y vendió cargos eclesiásticos.
Ahora, siobservamos la penetración religiosa en la filosofía encontramos a San Agustín que en sus planteamientos conservó una similitud con Platón (guardando las proporciones claro está). Afirmaba San Agustín que la vida humana es defectuosa y finita porque está llena de pecados y consideraba que el único capaz de organizar al hombre era Dios. Con estos postulados legitimizó el poder teocráticamente. Además deesto, en su reflexión valoró a la política como una figura sucia, a pesar de que esta teleológicamente hablando procurara llegar a la paz y la justicia.
Por otro lado Tomás de Aquino, quien intenta revaluar los postulados aristotélicos haciendo una interpretación cristiana, afirma que la política nos es sucia porque es humana y todo lo que posee el hombre viene de Dios. Es decir que la política ayudaa los hombres a ayudarse ya que esta es parte de la naturaleza y es Dios quien la gobierna por lo que al imitarla se imita al Todo poderoso. Asimismo Tomás de Aquino planteó que el bien común no es el de la mayoría, sino el bien de las partes que están en conflicto y que se procura armonizar con base en la razón que es el ejercicio de la divinidad porque el hombre la adquiere gracias a Dios, conlo que la salvación deja de ser un acto de fe para pasar a ser un acto de razón.
En este punto en San Agustín encontramos conceptos de paz y justicia, que conllevan a la igualdad y en Tomás de Aquino hallamos el bien común que se encuentra en Dios. Paradójicamente, la igualdad y el bien común son pilares de la democracia a los que llegan estos dos filósofos con base en una interpretacióncristiana de Aristóteles y en una similitud platónica.
Lo paradójico pues, está en que para Aristóteles el sistema de gobierno par excellence es la monarquía. Y en Platón encontramos que las personas cumplen una función dependiendo del alma que posean, de esta forma los filósofos siendo los únicos capaces de llegar al mundo de las ideas son los que deben gobernar conformando la aristocracia. Ninguno delos dos plantea la democracia como sistema de gobierno preferente.
En contraposición a estos postulados influenciados por la religión, aparece un filósofo crítico del cristianismo, Friedrich Nietzsche quien consideraba que la democracia aparece gracias al cristianismo por que esta se basa en la igualdad que busca progreso, algo así como un narcótico que hace vivir el presente a costa del...