Hehe

"Morirás lejos": el futuro se conquista por la memoria del pasado perdido.
De La Siega, la enciclopedia libre.
No quiero nada para mí, sólo anhelo
lo posible imposible: un mundo sin víctimas.
José Emilio Pacheco. “Fin de siglo”.
Si los sucesos literarios fueran nuestra realidad cotidiana, cuántas injusticias y agravios de lesa humanidad podríamos resolver o, en su caso, vengar, aplicando lasentencia “ojo por ojo y diente por diente”, pero no sobre la multitud de civiles de alguna nación invasora de otra, sino sobre el individuo que, teniendo el control y el poder de su parte, ignora el respeto al derecho ajeno o hace caso omiso a su obligación de servir sin explotar a la comunidad que gobierna.
Si la realidad cotidiana fuese tan maleable como la realidad literaria, Hitlers,Himmlers, Göbbels, Bushes, Carlosalinas, Vicentesfoxes, Marthasagunes, Arturosmontieles, Miguelescavallos, Pinochets y tantos otros de una larga lista que compendiaría casos típicos de victimarios, podrían ser sometidos a un tormento perpetuo en el que sufriesen en carne propia lo que tantas víctimas de su abuso en el poder o de su mal gobierno han padecido: represión, persecuciones milenarias, hambre,miseria, extorsión, secuestro, violación de garantías, acoso y hasta asesinato.
Sin embargo, y para fortuna de los vivos, la realidad no es tan literaria ni la literatura es tan real, y calmar con semejante furia tanta sed de venganza tampoco es la solución de todos los males históricos, ni aun siendo éstos cíclicos.
¡Bendita sea la literatura!, cuya existencia en nuestra vida real nos permite,con su ficción, liberar estas bajas pasiones de desquite hacia quienes cada uno, según nuestra propia manera de asumir la vida, consideramos los victimarios enemigos.
¡Benditos sean, en consecuencia, los escritores que saben ejercer su oficio! Y si no bendito, por lo menos, loado sea José Emilio Pacheco que, a 38 años de haber publicado Morirás lejos (1), logra con esta novela, como con sus demásobras, acaparar la atención del lector, encaminándolo por un mundo ficticio desde el cual terminará cuestionando libre y cautelosamente su propia realidad social.
José Emilio Pacheco, nació en la ciudad de México el 30 de junio de 1939; es poeta, ensayista, traductor y narrador. Pertenece a la generación de escritores que comenzaron a publicar en la década de los cincuentas del siglo XX,integrada, entre otros, por Carlos Monsiváis, Eduardo Lizalde, Juan Vicente Melo, Sergio Pitol, Juan García Ponce, Vicente Leñero y Salvador Elizondo.
Emilio Pacheco ha trabajado como editor y director de colecciones bibliográficas, suplementos culturales y otras publicaciones; ha sido investigador y docente en la Universidad Nacional Autónoma de México y en algunas otras universidades de Estados Unidosde Norteamérica, Canadá y el Reino Unido; asimismo, es miembro de El Colegio Nacional.
Por el valor y calidad de su obra literaria ha sido galardonado con premios nacionales e internacionales como los siguientes: de Lingüística y Literatura (en 1992), José Asunción Silva (en 1996), Octavio Paz y Ramón López Velarde (en 2003), Pablo Neruda y Alfonso Reyes (en 2004), y Federico García Lorca; coneste último fue homenajeado en octubre de 2005, cincuenta años después de que publicó su primer artículo: Entonces yo era.
Entre sus obras destacan: Los elementos de la noche (1963), El viento distante y otros relatos (1963), El reposo del fuego (1966), Morirás lejos (1967-1968), No me preguntes cómo pasa el tiempo (1969), El principio del placer (1972), Irás y no volverás (1973), Islas a la deriva(1976), Desde entonces (1980), Batallas en el desierto (1981), Los trabajos del mar (1983), Fin de siglo y otros poemas (1984), Miro la tierra (1986), Ciudad de la memoria (1989), El silencio de la luna (1996), La arena errante (1999) y Siglo pasado (desenlace) (2000).
Carlos Fuentes afirma, en La nueva novela hispanoamericana, que los autores latinoamericanos, en la actualidad,
escriben como...