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Crónica: “Ya queríamos que amaneciera”
8 Mayo, 2013 - 22:30Credito:
Jorge Monroy / El Economista

San Pedro Xalostoc, Edomex. Un gran moño negro colocado enel puente del kilómetro 15 de la carretera México-Pachuca marca territorio de luto.

Mientras miles de habitantes de esta localidad de Ecatepec despidieron ayercon aplausos a sus vecinos que murieron quemados por la explosión de una pipa de gas, otros iniciaban la remoción de escombros y unos más seguían en búsqueda de susfamiliares desaparecidos.

En la zona cero, sobre la calle Cuauh­témoc, que se ubica debajo del puente del kilómetro 15 donde cayó uno de los contenedores de lapipa, viven Fernando Hernández y su familia. Relata que la noche después de la explosión, sus tres hijos, él y su esposa, durmieron juntos: “Ya queríamos queamaneciera”. Comentó que la zozobra y la penumbra por falta de luz algunas horas les impidieron dormir.

Aunque su casa fue la única de la cuadra que no tuvo daños, seobservan entrar y salir a una cuadrilla de peritos de la Procuraduría del Estado de México, que ayer iniciaron las investigaciones.

Unos metros adelante, elementosdel Ejército y la policía estatal impiden el paso, pero no la vista, que deja ver vehículos carbonizados, casas inhabitables y desolación.

Unos metros adelante,una casa fue habilitada como comedor popular. Una de las mujeres que prepara comida para los deudos es Tomasa Lumus, familiar de la niña Andrea Monserrat Garrido,de un año y seis meses, con quemaduras en 90% de su cuerpo, que fue trasladada a Houston, Texas, por parte de la Fundación Michou y Mau, para recibir atención.