Hijos de la malinche por octavio paz
La extrañeza que provoca nuestro hermetismo ha creado la leyenda del mexicano, ser insondable.
Nuestro recelo provoca el ajeno. Si nuestra cortesía atrae, nuestra reservahiela. Y las inesperadas
violencias que nos desgarran, el esplendor convulso o solemne de nuestras fiestas, el culto a la
muerte, el desenfreno de nuestras alegrías y de nuestros duelos, acaban pordesconcertar al
extranjero. La sensación que causamos no es diversa a la que producen los orientales. También
ellos, chinos, indostanos o árabes, son herméticos e indescifrables. Tambén ellos arrastranen
andrajos un pasado todavía vivo. Hay un misterio mexicano como hay un misterio amarillo y uno
negro. El contenido concreto de esas representaciones depende de cada espectador. Pero todoscoinciden en hacerse de nosotros una imagen ambigua, cuando no contradictoria: no somos gente
segura y nuestras respuestas como nuestros silencios son imprevisibles, inesperados. Traición y
lealtad, crimeny amor, se agazapan en el fondo de nuestra mirada. Atraemos y repelemos.
No es difícil comprender los orígenes de esta acticud. Para un europeo, México es un país al margen
de la Historia Universal.Y todo lo que se encuentra alejado del centro de la sociedad aparece como
extraño e impenetrable. Los campesinos, remotos, ligeramente arcaicos en el vestir y el hablar,
parcos, amantes deexpresarse en formas y fórmulas tradicionales, ejercen siempre una fascinación
sobre el hombre urbano. En codas partes representan el elemento más antiguo y secreto de la
sociedad. Para todos, excepto paraellos mismos, encarnan lo oculto, lo escondido y que no se
entrega sino dificílmente: tesoro enterrado, espiga que madura en las entrañas terrestres, vieja
sabiduría escondida entre los pliegues dela tierra.
La mujer, otro de los seres que viven aparte, también es figura enigmática. Mejor dicho, es el Enigma.
A seinejanza del hombre de raza o nacionalidad extraña, incita y repele. Es la...
Regístrate para leer el documento completo.