historia argentina

Capítulo 1
Una mitad contra la otra
La Revolución Libertadora
Sin programa político en común más allá de su resentimiento contra el lí- der justicialista Juan Domingo Perón y su obra, en 1955 se consolidó una coalición golpista que reunió a figuras tan opuestas como los anticlericales y los hombres de misa diaria; los militares y los comunistas; los admirado- res del autoritarismo europeo ylos antifascistas. El golpe comenzó el 16 de septiembre de 1955 con la insurrección de guarniciones militares en todo el país. Mientras tanto, unos 1.500 inte- grantes de los Comandos Civiles Revolucionarios tomaron a punta de pis- tola decenas de edificios públicos y radios para lanzar proclamas revolucio- narias. En su mayoría eran militantes de Acción Católica, radicales, socialistas, liberales,fascistas o miembros de la Federación Universitaria Argentina que tenían casi por único punto de coincidencia la decisión de derrocar al gobierno nacional. La flota de guerra se unió a la rebelión1 bajo las órdenes del almirante Isaac Rojas y amenazó con volar las destilerías ubicadas en la ribera porteña y bombardear la Casa de Gobierno si Perón no renunciaba. El almirante venía de causar 30muertes durante el ataque a la destilería de Mar del Plata. Como había sucedido ya durante el bombardeo a la Plaza de Mayo el 16 de junio anterior, los antiperonistas demostraban su desprecio por los civiles que podían caer a causa de su obsesión por destruir a sus enemigos, en particular cuando apuntaban sus cañones hacia los barrios populares identificados como canteras de militantes peronistas.Historia de la argentina olvidada. tomo ii14
Los enfrentamientos más duros sucedieron en la provincia de Buenos Aires y especialmente en La Plata, en donde un regimiento de tanques se trabó en una larga lucha contra los sublevados. La sede central de la Alian- za Nacionalista Libertadora en pleno centro porteño fue cañoneada por dos tanques y al menos dos docenas de partidarios del gobiernofueron muertos en su interior. En los combates que antecedieron al triunfo del golpe hubo en total al menos ochenta muertos. Las hostilidades finalizaron el 21 de septiembre con la capitulación de las últimas unidades leales. Perón tuvo que refugiarse en la embajada de Paraguay y luego abordar una cañonera de ese país atracada en el puerto de Buenos Aires. Rodeado de tropas hostiles durantesemanas, recibió el per- miso para partir al exilio en un hidroavión paraguayo el 3 de octubre, tras acordar los términos de su destierro con los militares golpistas. El periplo de Perón tuvo por destino países regidos por gobiernos to- talitarios. Desde el Paraguay gobernado por el pro nazi Alfredo Stroessner fue a Venezuela, donde gobernaba a sangre y fuego el dictador Pérez Jimé- nez. Cuando elautócrata venezolano fue derrocado, recibió una oferta de refugio del déspota nicaragüense Anastasio Somoza pero se mudó a la Re- pública Dominicana, en donde el tirano Leónidas Trujillo controlaba a la oposición con sus grupos paramilitares. Allí compartió el exilio con Ful- gencio Batista, recientemente derrocado. Finalmente fue a parar a la Espa- ña del generalísimo Franco, el nirvana para losnacionalistas ultracatólicos. El nuevo gobierno de facto argentino fue reconocido rápidamente por la mayoría de las potencias y países limítrofes. El ex primer ministro britá- nico Winston Churchill dijo en septiembre de 1955 ante la Cámara de los Comunes: “La caída del tirano Perón en Argentina es la mejor reparación al orgullo del Imperio y tiene para mí tanta importancia como la victoria de la SegundaGuerra Mundial, y las fuerzas del Imperio Inglés no le darán tregua, cuartel ni descanso en vida, ni tampoco después de muerto”. Estados Unidos, en cambio, tardó semanas en reconocer formalmente al nuevo gobierno tras observar el desfile de figuras abiertamente antinor- teamericanas que llegaban con la sublevación y el avance de sus competi- dores británicos detrás de las principales figuras...