historia
pues con su soberbia se había agradado ypagado de sí, por justicia de Dios fuese entregado a sí mismo para que no estuviese, como había pretendido, en absoluta e independiente potestad, sino que, desavenidoigualmente consigo mismo, sufriese debajo de aquel con quien se había avenido pecando una dura y miserable esclavitud, en lugar de la libertad que buscó.
Existen apetito devenganza que se llama ira; hay apetito o codicia de poseer, que se llama avaricia; hay apetito o deseo, como quiera, de vencer, que se llama pertinacia; hay apetito y ansia degloriarse o jactarse, que se llama jactancia; hay muchos y varios apetitos que en idioma latino se dicen libídines, que algunos de ellos tienen asimismo sus voces propias, yotros no las tienen.
La malicia del apetito, que en latín se llama «libido», cuyo nombre, aunque cuadre a muchos vicios propiamente, se atribuye a los movimientos torpes, ydeshonestos del cuerpo.
los apetitos de muchas cosas se llaman en latín libídines, cuando se escribe sólo libido, sin decir a qué pasión se refiere, casi siempre alapetito carnal; apetito que no sólo se apodera del cuerpo en lo exterior, sino también en lo interior, y conmueve de tal modo a todo el hombre juntando y mezclando al efecto delánimo con el deseo de la carne, que resulta el mayor de los deleites del cuerpo; de suerte que cuando se llega a su fin, se embota la agudeza y vigilia del entendimiento.
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