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Jéssica Noemí Hernández González
Adam Smith “La riqueza de las naciones” Libro IV
Capítulo II De las restricciones impuestas a la introducción de aquellas mercancías extranjeras que se pueden producir en el país.

Haciendo restricciones mediante elevados derechos de aduanas, o prohibiendo en lo absoluto la introducción de géneros extranjeros que se pueden producir en el país, se asegura uncierto monopolio del mercado interior a la industria nacional consagrada a producir esos artículos.

Es seguro y evidente que este monopolio del mercado interior constituye un gran incentivo para aquellas industrias particulares que lo disfrutan, desplazando hacia aquel destino una porción del capital y del trabajo del país que de otro modo se hubiera desplazado. Pero ya no resulta tan evidenteque ese monopolio tienda a acrecentar la actividad económica de la sociedad o a imprimirle la dirección más ventajosa.

La industria general de una sociedad nunca debe de exceder de la que el capital nacional sea capaz de pagar. Así como el particular no puede exceder de cierto margen de contratación de empleados debe de guardar cierta proporción con su capital. No hay regulación comercial quesea capaz de aumentar la actividad económica mas allá de lo que su capital pueda mantener. Únicamente puede desplazar una parte en una dirección distinta a la que tal vez hubiese tenido, pero eso n0 n0s garantiza que la dirección artificial sea mas ventajosa a la sociedad que si se hubiese dejado en su cause natural.

Un individuo siempre buscará emplearse en un trabajo que le de un salariomayor anteponiendo su interés al de la sociedad, pero siempre terminara ubicándose en el trabajo que le sea mas útil a la sociedad. Este individuo buscara emplear su capital tan cerca como sea posible de su residencia y posteriormente promoverá su capacidad de trabajo para conseguir la mayor remuneración posible.

Si las utilidades son casi iguales el mayorista preferirá el comercio nacional, puesen el comercio interno nunca tendrá tan lejos de su vista el capital como en el externo. En el comercio de transito el capital se encuentra divido en dos naciones extrañas y atendida la naturaleza del trafico nunca será necesario que parte del mismo venga a situarse bajo su inmediata disposición y vigilancia.

Jéssica Hernández….Adam Smith “De las restricciones impuestas a la introducción deaquellas mercancías extranjeras que se pueden producir en el país”
Haciendo uso de restricciones mediante elevados derechos de aduanas, o prohibiendo en absoluto la introducción de los géneros extranjeros que se pueden producir en el país se asegura un cierto monopolio del mercado interior a la industria nacional consagrada a producir esos artículos.
Es seguro y evidente que este monopolio delmercado interior constituye un gran incentive para aquellas industrias particulares que lo disfrutan, desplazando hacia aquel destino una mayor proporción del capital y del trabajo del país que de otro modo se hubiera desplazado. Pero ya no resulta tan evidente que ese monopolio tienda a acrecentar la actividad económica de la sociedad o a imprimirle la dirección mas ventajosa.
La industria generalde una sociedad nunca puede exceder de la que sea capaz de emplear el capital de la nación. Así como el número de operarios que de continúe emplea un particular, debe guardar cierta proporción con su capital, así el número de los que pueden ser empleados constantemente por todos los miembros de una gran sociedad debe guardar también una proporción correlativa con el capital total de la misma, y nopuede exceder de esa proporción. No hay regulación comercial que sea capaz de aumentar la actividad económica de cualquier sociedad mas alla de lo que su capital pueda mantener. Únicamente puede desplazar una parte en dirección distinta a la que de otra suerte se hubiera orientado; pero de ningún modo puede asegurarse que esta dirección artificial haya de ser mas ventajosa a la sociedad,...