Humor, salud y calidad de vida

Humor, salud y calidad de vida

Ante todo quiero advertir a los presentes que recién estoy aprendiendo a hablar en porteño, por lo que esta intervención deberé hacerla inevitablemente en sanjuanino. Los que necesiten traducción simultánea pueden solicitarla a los organizadores.
Bueno esto, entre nosotros, puede ser un problema, ya que hace algún tiempo me llego un mail diciendo: “paradisponer de recursos técnicos en el momento de su exposición, deberá reservarlos con anticipación por este medio. Dado que no dispondremos de técnicos especializados que puedan resolver problemas de incompatibilidad de formato en los equipos, solicitamos a cada expositor cuente con recursos personales. Por otra parte advertimos que la disponibilidad de estos recursos es limitada. Agradecemos quehaga su reserva con la mayor antelación posible”.
O sea que de traductor al sanjuanino mejor ni hablemos ¿no?

Cuando empecé a pensar qué decir sobre el humor en la terapia lo primero que descubrí es que no soy graciosa, me refiero a que no sé contar chistes. Y entonces dije: bueno, ¿pero tengo humor para vivir mi propia vida? Y me respondí rápidamente que sí. En mi familia, en realidad,siempre se usó el humor en los momentos especialmente difíciles, por lo que reírnos es parte de mi modelo familiar.
Por ese motivo, lo primero que hice para encarar esta participación fue recordar o anotar en qué momentos aparece el humor en mi trabajo con los pacientes, y me costó mucho tratar de transcribir esos momentos, porque fuera de su contexto original no me parecían graciosos.
Descubríque, básicamente, para que el humor forme parte del proceso terapéutico tiene que haber cierta compatibilidad con el paciente, se deben conocer algunos códigos en común que permitan que eso que yo digo sea bueno y útil, no una agresión. Y cuando digo “códigos” me refiero, por ejemplo, a que si es mujer tendrá algo en común conmigo que yo pueda usar como gracioso, algo de nuestra misma condición.O si es separado o casado, dependiendo de algunas características de la persona o de su vida, y en especial lo que esté relacionado con la mía, o la de otros pacientes.
No puedo evitar pensar que mi trabajo tiene aspectos mágicos: conocer a una persona, ahondar en su vida y ofrecerle lo que soy y lo que sé para ayudarlo; eso lo disfruto y además me divierto en muchos momentos.
A propósitode esto recordé algo que estuve leyendo. Berger en su libro de 1998, Anatomía del Humor, define: “Lo cómico debe entenderse como una forma de magia. Lo cómico, al igual que la magia, provoca un desplazamiento repentino y racionalmente inexplicable del sentido de la realidad”. Y también me acordé de una frase que le escuche hace muchos años a Coqui Casabianca, en el sentido de que los terapeutassomos encantadores de serpientes, confirmando la afirmación de Berger acerca de la magia.
Me parece que en mi trabajo, pensar en lo mágico ayuda a cambiar la mirada de las cosas y así pensarse desde otro lugar respecto de lo que duele.

De eso deriva, supongo, que yo, como terapeuta, use el humor con naturalidad, todo el tiempo; a veces, para bajar la tensión minimizando lo que cuenta elpaciente, otras, para elevarla, exagerándolas, eso depende de cómo necesito que se reformulen los hechos que se presentan durante la sesión.
La terapia está destinada, entre otras cosas, a crear un contexto nuevo, una construcción nueva, para que el paciente, al co-crear conmigo otra historia acerca de lo que le pasa, recupere su proyecto verdadero de vida, se acuerde de cual es su camino,desarrolle nuevos personajes que estaban dormidos y que ahora necesita conocer, un espacio donde él será el autor de nuevas experiencias y el propietario de las que ya abandonó.
Por este motivo, el humor es parte del juego; sirve para aprender a jugar diferentes personajes, revalorizar los que son útiles en el aquí y ahora, y dejar de lado los viejos esquemas que sólo llevan a vivir situaciones...