Imagen

No importa qué tan hueca sea una infraestructura en su interior, qué tan turbio o negativo sea lo que escondemos, mientras que nuestra parte externa se mantenga perfecta y refleje lo que todosquieren ver. Uno se conforma con lo espléndido que nos cubre y no intenta quebrar esa coraza, para muchas veces, enfrentarse con una realidad difícil de enfrentar, oscuridad interior y macabra, o lo que espeor, la nada misma, vacío interior. En el transcurso de la vida uno se topa con muchas imágenes o símbolos que representan precisamente lo opuesto de lo que son y lo que guardan en su interior.Depende de uno mismo con qué percepción quedarse, la superficialidad se fundamenta en ese conformismo por no ir más allá de una imagen, cuando las realidades más interesantes y enriquecedoras están en loque estas esconden. Cuanto más belleza se aprecie, mayor la fragilidad de esa coraza, la cual puede esconder hasta la más escalofriante o espantosa mentalidad. Ha de actuar como lo mejor porquesolamente se siente lo peor. Y esa fragilidad y vulnerabilidad surge de la curiosidad del espectador por ir más y más profundo dentro de
Y así me sentía ante ella. Así como un pequeño niño consumido porla ansiedad ante un lujoso y prometedor papel de regalo que envuelve un objeto. Mis ojos, brillantes. Tal fascinación manifestada que tonto sería quien no interpretara mis intenciones. Finalmentecuento con el suficiente entusiasmo como para perder todo valor conservador que suelo cargar en mi espalda, y extiendo mis manos hacia su cuerpo. Era tan frágil, tan frágil que parecía hecha de polvo.Intentar posar mis manos sobre sus moldeadas caderas fue inútil, su piel comenzó a quebrarse como si fuese una mezcla de hielo y tierra seca. Sus ojos se tornaron negros y profundos, que uno podríaapreciar el vacío espiritual a metros de distancia. El ruido de su piel rompiéndose y quebrándose en pequeñas láminas invadía todo pensamiento posible en mi sobre lo que ocurría. Al minuto aquel cuerpo...