Informe: una avanzada del progreso

Una avanzada del progreso, título irónico si los hay, es una puesta en papel lo que en la práctica se vivió en aquellos años en el África Central, más precisamente en el área del Congo (perteneciente al rey Leopoldo II). Con una mirada crítica y sarcástica de hechos terribles, resultado de sus vivencias personales[1], Joseph Conrad nos sitúa en la cotidianeidad de una pequeña factoría ubicada enuno de los adyacentes del gran río Congo, en donde la mediocridad e ineptitud de los encargados dejan entrever la calidad de personal que se instalaba en las colonias. Porque como dice Hochschild, “(…) el Congo ofrecía a hombres de orígenes humildes una oportunidad de ascender considerablemente de categoría (…) Alguien destinado de por vida a trabajar como empleado de banca o fontanero en unapequeña ciudad de Europa podía convertirse en señor de la guerra, comerciante de marfil, cazador de caza mayor y dueño de un harén (…)”[2].
Impactado desde niño por las problemáticas imperialistas (recordemos que él y su familia debieron huir de Polonia a Marsella cuando el Imperio Ruso decidió ocupar su tierra natal), será quien viva de cerca las atrocidades cometidas en la región del Congocuando en 1890 a bordo del vapor Roi des Belges de bandera belga, se remonte en el río como segundo oficial hasta internarse en la más tumultuosa selva. Y esta región oscura, hostil fue la que lo inspiro para poder dar cuenta de la depravación o de los tormentos psicológicos que puede alcanzar el hombre en una tierra virgen en la que puede ejercer su tiranía, recibir adoración o ser un simple“esclavo” del aislamiento total; por eso una vez de regreso a Inglaterra (su tierra por adopción) comienza su carrera literaria, y es en 1899 cuando escribe su obra Una avanzada del progreso.

Al situarnos en este período podemos observar el cambio de postura acerca de las posesiones africanas de las potencias europeas; es decir, es a partir de fines del siglo XIX y principios del XX cuandocomienzan a considerar “económicamente” al ámbito africano, y es por lo tanto esta época bien llamada “Carrera por África”. En palabras de los autores Oliver y Atmore: “(…) las potencias europeas se repartieron África entre ellas con tal prisa, como los jugadores de un juego brutal (…) para asegurarse de que no serían excluidas de las regiones que podían llegar a ser valiosas para el futuro (…)”[3].Porque antes interesaba la posesión y no la explotación económica. Pero esta postura cambiará radicalmente durante la etapa denominada “evolución activa”[4], en donde el comercio dejaba de ser exclusivamente costero y comenzaban a aparecer diferentes puntos clave donde pudieron introducirse ferrocarriles y barcos de vapor, penetrando lentamente en el interior. Esta imagen comenzará a demarcarse enla Conferencia de Berlín, en donde se estipulan los ámbitos de actuación de cada país firmante así como también las disposiciones efectivas de libre comercio y libre navegación, dando cuenta de la necesidad de explotar como fuera sus nuevas adquisiciones. “(…) La conferencia de Berlín dio lugar a muchas resoluciones altisonantes sobre el comercio de esclavos, sobre el libre comercio y sobre lanecesidad de demostrar una ocupación efectiva antes de declarar nuevas anexiones (…)”[5].
Es éste el panorama en donde aparecen nuevos participantes, entre ellos el rey Leopoldo II de Bélgica, quien pretendía “(…) desarrollar su colonia sobre la base de un férreo monopolio comercial (…)”[6], cuya tapadera dirán Oliver y Fage será la Asociación Africana Internacional creada para fundarestaciones científicas y comerciales extendidas desde el África central hasta el Atlántico, bases desde las que combatir el comercio de esclavos. Así este “gran jardín trasero” que resultó ser el Estado Libre del Congo cuya capital fue instalada en la ciudad portuaria de Boma, fue fuente de constantes ingresos para Leopoldo, no sólo del comercio directo de ultramar sino también a través de las...