Inseguridad bancaria

Julia lleva años ahorrando para comprar su terreno. Está a punto de retirar el dinero del banco para luego correr a la inmobiliaria. Está nerviosa y no puede disimularlo. "Es que con todo lo que está pasando...", le dice a su amigo Jorge, con quien se encontró de casualidad en el lobby.
Hablan bajo y observan. Hay un policía en la puerta, otro adentro. Hay varias cámaras de seguridad a la vistay seguramente otras ocultas. Hay muchas otras personas en la fila. Hay un muchacho hablando por teléfono, aunque todos saben que dentro de la entidad está prohibido. Otro usa una gorra y anteojos oscuros; casi no se le ve la cara y está enviando un mensaje de texto. Más lejos, otro sólo observa, fuera de la línea de caja. "¿Qué hace? ¿Y si están organizados para una salidera? ¿Y si afuera losespera un cómplice? ¿Y si me están marcando?". Las preguntas se amontonan en la cabeza de Julia, mientras lamenta haber comentado a tantas personas que hoy era "el gran día".
"No te asustes... tus amigos no son ningunos ladrones", le dice Jorge en un intento por tranquilizarla. Y ella razona: "Mis amigos no son ladrones pero pueden haber comentado en cualquier lado... andá a saber quién escuchó".Jorge cambia un cheque y en el camino de salida la despide con un: "¡Felicidades por el terreno!". "Lo quiero matar", piensa ella, porque varios se dieron vuelta para mirarla tras el efusivo saludo. Ahora el cajero le indica que puede avanzar. Julia llega a la caja y le dice con voz cortada que quiere retirar todo lo que hay en su cuenta. Los billetes pasan por la maquinita que los cuenta; sonmuchos. Así nomás, en fajos gruesos, el cajero se los pasa por debajo de la ventanilla. "¿Dónde meto todo esto? ¿No me das una bolsita, un sobre... algo?", le dice al empleado, quien amablemente vuelve a manipular los billetes y los guarda, pero otra vez a la vista de todos, y le entrega una bolsa llena de plata, indisimulable. Julia sale temblando, superada por los nervios, no sabe qué hacer con esabolsa... "Si la pongo en la cartera me la arrebatan en un segundo; en el bolsillo no entra; en la mano se nota... y por más que lo esconda, acá todos ven dónde lo voy a guardar... y el pibe de los mensajitos de texto sigue ahí". Como pudo disimuló el dinero, salió a la calle tratando de calmarse, tomó un taxi y llegó a la inmobiliaria. Pagó, firmó y se fue, afortunadamente sin convertirse ennoticia, pero la mañana más esperada de su vida fue un calvario. Y todo por la inseguridad bancaria.
"El vecino debe entender que gran parte de la prevención comienza en su propio modo de vida y la discreción a la hora de efectuar depósitos y extracciones", opina Nicolás Carreño, coordinador del Consejo de Seguridad de General Roca y egresado del Centro Argentino de Seguridad.
"El gran secreto cuandouno va a mover una suma importante es la discreción y la tranquilidad; no hay que comentarlo ni con el mejor amigo y hay que evitar la cara de pánico", aconseja Carlos, dueño de una tradicional casa de cambio de zona.
Las salideras bancarias están hoy en el centro de la atención pública. El caso de la joven zapalina Carolina Píparo y de su bebé, Isidro, baleados en un asalto a metros de un bancode Gonnet, potenció al extremo los viejos miedos, abonados por tantos hechos de idéntica metodología criminal ocurridos en los últimos años y por otros resonantes casos que tuvieron a una entidad bancaria como escenario delictivo, como el reciente atraco en Pedro Luro.
Los directivos bancarios son conscientes de la creciente problemática y los empleados de todo el país se plegaron a un parogeneral días atrás, exigiendo más y mejores medidas de prevención en las entidades. Eduardo Berrozpe, secretario nacional de prensa de la Asociación Bancaria, dijo al convocar al paro que el caso Píparo "ha ocurrido porque lamentablemente no se toman las precauciones necesarias". "Es preciso controlar si todas las personas que se encuentran en el recinto de atención al público están allí para hacer...