Intervención Familiar

La necesidad de supervisión en los procesos de intervención psicosocial


Gerardo Chandía Garrido
Psicólogo-Director
DAM Kelluwun Talca
Terapeuta Familiar y de Pareja IChTF ©


El proceso psicosocial de intervención familiar es una tarea compleja, ya sea visto desde un proceso de diagnóstico como desde un proceso de intervención. Ambos conllevan unanecesidad de rigurosidad y responsabilidad que muchas veces pasamos por alto. Frente a esto uno de los temas, a mi criterio, relevante para lograr procesos exitosos, es visualizar qué nos pasa con la familia que tenemos al frente y cómo nuestras propias vivencias pueden influir, para bien o para mal, en las determinaciones que adoptamos.
En este sentido, debemos tener presente que la terapia esexperimentada como una vinculación interpersonal desarrollada dentro de un contexto profesional de servicio. Por lo tanto, un intercambio de este estilo no puede en sí mismo ignorar al terapeuta como un componente integral del sistema, quien a la vez posee necesidades y aspectos históricos personales que participan en su proceso de “ser terapeuta”. El modelo terapéutico que incorpora estasconsideraciones señala que el entrenar a la persona del terapeuta es enseñarle a emplear efectivamente todas sus potencialidades y posibilidades en la labor terapéutica, siendo consciente de los aportes personales en beneficio del paciente.
Los estudios en psicología clínica han evidenciado el cómo la autenticidad en la relación vincular configura un elemento central en el éxito de la terapia, ya queel único instrumento que todos los modelos o enfoques comparten es la persona del terapeuta. Así los autores sistémicos plantean que en terapia familiar los sentimientos y reacciones del terapeuta se intensifican al presenciar las pautas. Aponte y Winter, han desarrollado el modelo Persona-Práctica, respecto al trabajo con la persona del terapeuta; para ellos las habilidades internas, son tanrelevantes como el manejo teórico y técnico. En este modelo el trabajo de supervisión se focaliza en la relación entre la vida del terapeuta y la conducción de la terapia, por ello se explora las experiencias vitales del terapeuta desde la práctica clínica, lo anterior facilitaría que el terapeuta incorpore su propia subjetividad y la utilice a favor de su rol terapéutico.
¿Qué sucedería sibasados en nuestras propias experiencias y emociones el bloqueo o identificación con un integrante de la familia nos llevara a actuar como un hijo o padre y no profesional? Posiblemente favoreceríamos la inducción del sistema sosteniendo “más de lo mismo”. Registrar la vivencia de un terapeuta, visualizarla a través de un contexto como la supervisión, reconocer nuestros bagajes históricos yvisualizar nuestras propias limitaciones, es lo que nos permitirá integrar nuevos elementos, tales como la resonancia a la situación clínica y comprender por qué sentimos y cómo siente otro integrante del sistema terapéutico (intersección). Por lo tanto, si no estamos atentos a estos procesos, podemos estar frente a un proceso que sentimos que no avanza, es decir, un “impasse”, que significaestancamiento y suele aplicarse a aquellas situaciones en las que no es posible seguir progresando.
Dentro de los entrampamientos podemos identificar situaciones en las que el terapeuta y/o grupo de supervisión no logran visualizar la “intersección”, creando un círculo vicioso, al centrarse por ejemplo sólo en el sistema consultante dejando fuera la historia del terapeuta, lo que podría provocar que lafamilia deserte del proceso terapéutico al no sentirse comprendida por el terapeuta. En este sentido, resulta fundamental trabajar en la “persona del terapeuta” con el objeto de ir identificando los puntos en los cuales podemos entrar en una intersección con los sistemas consultantes y estar atentos a estas situaciones transformándolas en una herramienta de intervención más que en un entrampamiento...