Jiji

Camino por melipilla, los pocos autos de los tipicos amaneceres,
el mismo viento audaz, feroz, carcomiendo los oídos,
los vacios mentales los mismos pensamientosconduciendo a otra laguna.
Ahí ya en el paradero, las mismas bancas la misma vista a Quilín inexistente
la misma visión imaginaria,
el mismo mundanal deseo de caminarsobre las piedras y paraderos destruidos,
ahi libero mis pies para deslizarme, para arrebatarle el silencio a las piedras,
para pisotear los treboles para dejar caer elcuerpo sobre aquel que no halló la cuarta hoja,
para dar un festín a mi suerte y a la muerte de éste bajo mi cuerpo,
y ahí; inmovil, deseando mucha cafeina para calmarla ansiedad,
o un té de manzanilla para calmar los temblores que recorren el cuerpo como hormiguitas;
ahi para detener el festin de pensamientos las ganassemiimplacables de tomar un bvus a la cresta del mundo.
Y vivir sola y feliz en mi cresta del mundo. (tambien inexistente)
SUJETO: niña abandonaste tus zapatos en la parada?PREDICADO: eso creo(...)
SUJETO: te los acaban de robar.
Ahí de vuelta a casa, a buscar la leche con cereal
olvido el café.
El hambre y el frío apaciguaron los temblores,no así la piel sensible de mis plantas, no así el dolor de ver como una vez más el paradero se vuelve a
alejar producto de los atisbos de conciencia y cordura queadquiero cada ciertas horas
alejando una vez más mi bus a la cresta, y mis exquisitos estados de locura;
No interesa, total molí con mi espalda treboles;
de algo debe deservir esa mierda supersticiosa.
Las piedras se siguen incrustando en las suelas que no tengo,
la gente sigue siendo gente, sujetos;
yo la misma mierda; predicado.