Juan

Que la política no mate la celebración de la vida
.Por: Edmundo Murrugarra Florián 
La militancia en la lucha cultural
Su lucha por otra forma de la vida en común, por otra manera de ordenar las cosas en el mundo, por otras jerarquías derivadas de la primacía de la alegría del esfuerzo laborioso compartido me llevan a calificar a José María como un militante político integral, si política eslo que atañe a la vida en común. Pasajeramente fue militante de algún partido político.
En el año 1937, cuando ya había publicado Agua y pasado siete meses preso en El Sexto, escribió a su hermano Arístides diciéndole: “…yo no quiero ser de ninguna manera un intelectual, muy pronto me largaré por ahí, a vivir ciertamente la vida del pueblo. Después escribiré, escribiré con sangre, no porprofesión”. El contenido inevitablemente nos  recuerda las palabras con que Mariátegui presenta sus Sietes Ensayos a los lectores y la cita de Nietsche a la entrada de la obra: meter sangre en las ideas. Eso es lo que significa primordialmente ser militante. Hoy la publicación de su correspondencia corrobora lo que nos comunicó a sus estudiantes. A su salida de El Sexto se integró como militante en elPartido Comunista Peruano y salió de esa organización al vivir una dura decepción.
En Sicuani donde trabajaba como profesor también apoyaba la lucha de los comuneros indios y organizaba a sus líderes en organismos del partido.[1]En la carta que remite al poeta Manuel Moreno Jimeno  entre julio y agosto de 1940 le cuenta de los trabajos que realiza Arguedas con el organismo local del PartidoComunista para recibir al entonces candidato Manuel Prado, que era presentado por el partido como amigo de los trabajadores y campesinos. Nos contó que la información que promete enviar se remitió pero que nunca fue publicada por la censura que le aplicó el partido. Entendía que la razón habría sido la denuncia implícita que el líder indio hizo a la supuesta amistad y buena voluntad de Prado respecto delos campesinos. El discurso dicho en quechua habría significado algo como esto: Dicen que tú eres el wiracocha de Lima, el más poderoso. Nosotros los indios podemos con  la sequía, las heladas y otros males, pero no podemos contra los gamonales. Si tú eres el más poderoso ¿por qué no puedes contra ellos?
Para el aparato partidario comprometido con ejecutar alianzas internacionales, intervencionescomo ésta, ingenuamente poética en su sencillez, sin duda cayó como un latigazo que puso al descubierto una política imposible de ser la que las multitudes desposeídas como las comunidades indígenas buscaban. Esa experiencia le causó mucho sufrimiento y decepción. Sacó la conclusión de apartarse de la militancia de ese partido. Y no volvió a militar en partido alguno.
Desde la década de los 50 loencontramos muy cerca de la sensibilidad política  y muy amigo de los intelectuales que organizaron el Movimiento Social Progresista, pero no se sabía que militara en esa organización. Y cuando aceptó los cargos que Francisco Miró Quesada y otros dirigentes de Acción Popular le confiaron en ese gobierno durante los 60 tampoco tuvo que ver con la militancia en ese partido. Posteriormente, aladvenir el Gobierno Militar con las reformas más audaces que gobierno alguno haya llevado a cabo durante el siglo XX, manifestó públicamente aprecio por el significado positivo que tenían para los pueblos andinos subordinados, pero tampoco tuvo que ver con militancia en el entorno gubernamental.
En las conversaciones con sus estudiantes sobre el socialismo explícitamente fundamentaba su temor de queel socialismo marxista matara la alegría mágica que palpitaba en la vida de los pueblos andinos. Que la rigidez de la burocracia y la disciplina del partido acabaran la celebración de la vida que presidía la vida de los pueblos andinos, sacrificando la alegría en aras del productivismo de que se vanagloriaban los planes quinquenales en los países socialistas de entonces. Por eso, durante un...