Julio ramon ribeyro
Elegidos de un opus de casi una centena de relatos, los trece textos de la bella edición trazan unpanorama generoso de un itinerario magistral y discreto. Magistral, porque la naturalidad con que las narrativas son enmarcadas solamente el dominio total del oficio puede imprimir. Discreto, porqueel peruano Julio Ramón Ribeyro es tan desconocido que, incluso, la propia ignorancia general se avergüenza por no conocer su legado. Pasando por diversas clases sociales, los cuentos reunidos traen unamirada complementaria de la sociedad peruana que el lector dedicado de las novelas de Vargas Llosa tiene.
Leer el tomo "Sólo para fumadores", con relatos que abarcan toda la vida de Ribeyro, esdar un paseo curioso por las diversas tonalidades e intenciones de la prosa latinoamericana. De los cuentos más abiertamente políticos de la juventud ("Los gallinazos sin plumas" y "Al pie delalcantarillado"), a los experimentos más humorísticos y surrealistas de la mediana edad ("Rider y el pisapapeles", "Los jacarandás" y "El polvo del saber"), culminando con los relatos francamenteautobiográficos de la madurez ("Sólo para fumadores" y "Tía Clementina"), leer Ribeyro también es leer el desencadenamiento de la literatura del continente: la prosa como instrumento de cambio social de los años de1940, los lúdicos años de 1960 de la revolución cubana, que fue el ambiente que propició el espacio para abrigar a coda de la más extraordinaria y experimental prosa latinoamericana, y la resaca...
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