La ambivalencia de la maternidad en el incociente colectivo

La Ambivalencia de la Maternidad en el Inconciente Colectivo.

Marie Langer, medica vienesa que se inclina al psicoanálisis, lugar desde el cual va a realizar una obra cumbre dentro de este campo en nuestro país, fue una de las pioneras en esa materia, participando en la fundación de la Asociación Psicoanalítica Argentina, a principios de la década del cuarenta..
Su tema predominante,alrededor del cual va a desarrollar toda una doctrina de pensamiento psicológico, es la maternidad. Partiendo, a diferencia de los autores de mas renombre en esta materia, no de lo patológico sino desde lo normal (concepción, embarazo, pre-parto, parto, lactancia, etc. con todo lo que cada una de estas cosas produce en la mujer). Además, a partir de este tema, nuestra autora rompe con las premisas queen aquel momento dominaban, viendo la vida social y política de nuestro país desde el psicoanálisis y desde la maternidad.
Es a esto ultimo a lo que nos referiremos en el presente escrito, tomando como base uno de los escritos mas notables de Langer “El niño asado y otros mitos sobre Eva Perón” (*1), desde donde realiza un ensayo de la ambivalencia de la maternidad, tema originalmente enunciadopor los actores de la escuela psicoanalítica inglesa, Melanie Klein principalmente, y Winnicott, tomando a quien veremos las primeras relaciones madre-hijo, a partir de la cual se funda el yo ulterior de acuerdo con ese modelo de pensamiento(*2). Pasaremos por Freud en algún momento para considerar donde queda el complejo de Edipo en relación con todo esto(*3) y como se aplica la fantasía “Un Niñoes Azotado”(*4) al mito de referencia. Por ultimo, tomando un análisis de la obra del Marques de Sade(*5), realizado por la que para muchos es la mas notable de las jóvenes narradoras inglesas, Angela Cárter, veremos como este controversial escritor coincide con la línea de pensamiento de Marie Langer acerca de la maternidad, o mas precisamente de la concepción ambigua de madre.
En elmencionado articulo de Marie Langer, ella comienza con una frase bien argentina que da cuenta del sentir de nuestra cultura: “Mi madre es una santa”, bien podría haber recordado otra frase popular de la jerga porteña: “La vieja es sagrada”. Por estas latitudes la figura materna es intocable, es un símbolo de la ternura y el amor. Se podrá decir cualquier cosa del propio hijo y este permanecer impávido,pero este reaccionara violentamente a la menor insinuación hacia su madre.
Dice el psicoanálisis, especialmente la escuela inglesa (la referencia es para Melanie Klein) que junto a esa imagen de madre nutricia y buena, hay otra digna de terror, que aniquila y se come al niño.
Dentro de esta escuela, alguien que ha dedicado una parte importante de su vida al estudio infantil y a la relaciónmadre-hijo es Winnicott (*2), este dice que el infante (tomando este termino de acuerdo a su significado matriz: “que no habla”, es decir, a la etapa anterior a la adquisición del lenguaje), cuando no es aun capaz de sentirse responsable del ambiente, ni de lo que en él pasa, lo que le permite vivir y desarrollarse, a pesar de su inermidad es el “yo auxiliar” de la madre. En realidad no hay nada quesea: “un infante”, es decir, siempre que encontremos un infante encontraremos cuidado materno, sin el cual no lo habría.
En el pensar de Winnicott, la primera infancia cuenta con un ello exterior, operando desde la madre misma, cuando el yo del niño se va desarrollando, este es capaz de recoger al ello, ponerlo a su servicio, y dominarlo, de modo que las identificaciones del ello pasan afortalecer al yo.
La principal razón por la cual el infante llega a ser capaz de gobernar al ello y el yo de incluirlo, es el hecho del cuidado materno, que instrumenta al yo infantil y de esta forma le da estabilidad y poder.
En un primer momento, el rol de la madre debe ser de sostén, cuando el niño aun no ha separado un self del cuidado materno. En esta etapa el infante necesita una provisión...