La ciudad
Desde luego, por muy semejantes que sean las posibilidades de experiencia en ellas, resultandistintas, si no en las grandes cosas en los detalles íntimos, siempre: para cada ciudadano. Y su influencia en los escritores, por lo tanto, es igualmente diversa. Esto no es tan evidente como parece, pues encada época de una historia literaria sólo unas pocas visiones de la ciudad dominan y eclipsan, por razones diversas, a todas las otras: la de Julio Cortázar y su París dislocado, digamos, o la de T.S. Eliot y su Londres irreal, o la de Carlos Fuentes y su región más transparente. Y puede no ser injusto que cada una de estas ciudades, tan privadas y únicas como la percepción de quienes lasdescribieron, haya sido, al menos por un momento, para alguien, La Ciudad, con mayúsculas.
Pero, sin que sea mérito ni culpa, yo vengo de otro lado, y quiero proponer ese ejemplo que me es cercano: laciudad en que crecí.
Esa ciudad está dentro de otra, llamada Toluca, situada a menos de 70 kilómetros del Distrito Federal. En unas cuantas décadas, Toluca será engullida por el D. F., que crece,como toda capital, hacia todas partes, pero en aquellos días, los de mi infancia, la distancia era a) tan larga como para volverla ajena al centro, diferente de la proverbial zona conurbada, y b) tan...
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