La columna de la independencia, un ángel imaginario
La imagen verdadera del pasado pasa de largo velozmente.
El pasado sólo es atrapable como la imagen que refulge,
para nunca más volver, en el instante en que se vuelve reconocible.
Walter Benjamin
En la antigua Roma existía el «ius imaginum» o derecho a las imágenes, que era el derecho de guardar en casa las representaciones de losantepasados ilustres. La palabra imagen proviene del latín «imago», que significa imitar, y del griego «eikon» (ícono) que tiene a su vez dos acepciones, fantasma, que se refiere a la imagen que el pensamiento forma por su cuenta (sueños), y fantasía, que se define como la impronta de las cosas sobre el alma. En el Renacimiento, el anhelo de perpetuar el abolengo hizo resurgir el retrato como génerode la pintura. Venecia fue el primer estado que consideró un deber la conservación de la imagen de sus dignatarios, renovando así la tradición romana. Este es el punto que compete al presente texto: el análisis de la representación de la historia por medio de la imagen; sus razones, objetivos y asociaciones generadas en los seres humanos, en tanto seres históricos.
El objetivo es establecerel marco teórico para reflexionar sobre una obra de arte mexicana que ha generado un imaginario colectivo, mostrar las piezas del rompecabezas que la conforman como “símbolo nacional” y explicar por qué se encuentra firmemente arraigada en la masa.
La historia de México se ha contado siempre desde el poder, legitimándose con imágenes, monumentos y libros de texto. Habituados a asumir demanera silenciosa la relatoría de una sola historia, habitamos ciudades que son geografías ilustradas por el vencedor. Cuando en sus Tesis sobre la historia Walter Benjamin se pregunta con quién empatiza el historiador historicista, resuelve:
La respuesta resulta inevitable: con el vencedor. Y quienes dominan en cada caso son los herederos de todos aquellos que vencieron alguna vez. Porconsiguiente, la empatía con el vencedor resulta en cada caso favorable para el dominador del momento [...] Todos aquellos que se hicieron de la victoria hasta nuestros días marchan en el cortejo triunfal de los dominadores de hoy, que avanza por encima de aquellos que hoy yacen en el suelo. Y como ha sido siempre la costumbre, el botín de guerra es conducido también en el cortejo triunfal. El nombre querecibe habla de bienes culturales, los mismos que van a encontrar en el materialista histórico un observador que toma distancia. Porque todos los bienes culturales que abarca su mirada, sin excepción, tienen para él una procedencia en la cual no puede pensar sin horror. Todos deben su existencia no sólo a la fatiga de los grandes genios que los crearon, sino también a la servidumbre anónima de suscontemporáneos. No hay documento de cultura que no sea a la vez un documento de barbarie. Y así como éste no está libre de barbarie, tampoco lo está el proceso de la transmisión a través del cual los unos lo heredan de los otros.
Es en esta última idea del proceso de transmisión de la “herencia” en la que cabe detenerse, porque es ahí donde se sientan las bases del imaginario colectivo, eneste caso con respecto a la historia: cuando la barbarie se transmite a la colectividad provocando la aparición de un imaginario que ofrece una oportunidad de comprenderla.
el imaginario
El imaginario, según Miguel Rojas Mix, es “un mundo, una altura y una inteligencia visual que se presentan como un conjunto de íconos físicos o virtuales, se difunden a través de una diversidad de medios einteractúan con las representaciones mentales” (2006 :18).
El imaginario queda entendido entonces como un sistema de símbolos capaces de generar un conocimiento a partir de la imagen. La imagen como un texto a leer. Todo monumento histórico es construido y colocado en un lugar público para ser leído. Cada monumento representa la posibilidad de comunicación de la historia con las masas. Se erige...
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