La Comunicación

La Reseña
Texto 1
|La FIL de este año, o ¿el anterior? o ¿el anterior a ese? |
|Ramón Castillo |
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|Sé, sin necesidad de mirar el mapa, que al seguir aquel pasillo llegaré directamente al stand de Gandhi, no sin antes pasar por |
|el de la UNAM que es enorme en comparación, mientras el primero está abotagado de gente, el segundo, luce menos concurrido. En |
|el primero, saludo a varios viejos amigos, y observo la tendencia de cada año, ediciones baratas de clásicos de lapintura, la |
|literatura y la música, algunas películas de bajo costo y ninguna novedad, salvo las que el mercado obliga; en el segundo, el |
|stand de la bien calificada casa máxima de estudios del país, observo igualmente las mismas colecciones que el año pasado, de |
|hecho, ni siquiera completas, sin embargo, gustoso adquiero un par de compilaciones de ensayos. Libros que son difíciles,por no|
|decir que imposibles, e conseguir en Guadalajara. Maravilloso -me digo, irónicamente- con esto aprenderé a escribir. Y sonrió |
|ante mi falsa ingenuidad. Un poco de violencia contra uno mismo, me digo. Aun así, el ánimo persiste. |
|De ahí, cada año, invariablemente me dirijo a Paidós, donde nunca compro nada, los precios son los mismos o superiores en cada|
|edición de la FIL, si bien en ocasiones colocan títulos que por su extrañeza en el mercado local valdría la pena adquirir, el |
|precio de estos me sitúan de golpe con la realidad de las tendencias macro y micro económicas, es decir, un franco pesimismo |
|monetario, por no hablar de una recesión que año con año mina las facultades de mi bolsillo y su poder para adquirir aquello que||deseo ; y sigo con Anagrama, que también trae el catalogo casi completo de sus colecciones más populares entre el público, |
|Colección Argumentos y los célebres -para algunos, casi a nivel de culto- Compactos Anagrama. Tengo que expresar el gran cariño |
|que siento por la editorial, pues sólo ahí fue que pude, en mi ya lejana adolescencia, conocer el mito americano de aquella ||bendita Generación Beat y su líder alcohólico y drogadicto, Jack Keroauc, del cual he leído todos los publicados por esta casa |
|editorial; leí con atención el ensayo de Gilles Deleuze consagrado a Nietzsche y su último trabajo acompañado de Félix Guattari,|
|o aquel de Pascal Bruckner y Alain Finkielkraut, también franceses, titulado El nuevo desorden amoroso; libros gracias a los ||cuales, entre muchos otros, comprendí que la escritura y el pensamiento sí pueden cambiar el mundo. Gracias a los Compactos, leí|
|también con emoción en una noche entera y de corrido El Almuerzo Desnudo, de Burroughs, no entendí nada de aquello - me pregunto|
|si esto fue debido también en parte por el iberismo de la mayoría de las traducciones, que al imaginar a un drogadicto gringo |
|decir'¡coño chico, no seas tan gilipollas!', simplemente no me la creía- por lo que tuve que releer en variadas ocasiones aquel|
|extraño pero fascinante experimento literario. También me fue presentado el viejo Bukowsky, al que leí con gusto, mas nunca me |
|llenó como los anteriores. Y el catálogo continúa creciendo, sin nunca perder su calidad. Pero tampoco compré nada, de nuevo era|
|el bolsillo elque me recordaba que la Feria del Libro, como todas las ferias, es una feria sólo para los que tienen el dinero |
|para subirse a los juegos. Continué mi peregrinar, la siguiente estación de este vía crucis cultural, en donde las caídas y |
|azotes se sucedieron conforme miraba con horror los precios de aquellos pequeños objetos de mi deseo, fue la Editorial Gedisa, |
|donde recibí...