la crisis de la monarquia

Guía de trabajo de Estudios Sociales



Desarrollo: lee la lectura y haz un resumen en el cuaderno.
LA CRISIS DE LA MONARQUIA:
Los ayuntamientos de Guatemala y San Salvador, 1808- 1811.
El traspaso de la Corona que hicieron los reyes Borbones a Napoleón Bonaparte, en 1808, se consideró como disolución del pacto entre el Rey y el pueblo, éste no había participado en la trasmisión delpoder ni le había prestado el juramento obligado a un nuevo monarca. Como consecuencia, se formaron juntas provinciales en las cuales los cuerpos y cabildos restituían la soberanía delegada en Fernando VII. En el continente americano la crisis provocó diversas respuestas. A la provincia de Guatemala llegó de manera confusa la noticia sobre la invasión napoleónica, la abdicación de Carlos IV, lasubida al trono de Fernando VII, junto a las nuevas de la abdicación de Bayona y de la formación de la Junta Central. El Virrey Iturrigaray, en los primeros días de agosto, las nuevas sobre la captura del Monarca, el Capitán General, Antonio González Saravia, éste las hizo pública. El 13 de agosto el cabildo de Guatemala discutió el asunto, pero los capitulares decidieron esperar más noticias.Posteriormente, los capitalinos recibieron una invitación de los franceses para sumarse a su gobierno, la cual fue rechazada. De inmediato el Ayuntamiento, en una correspondencia, manifestó su lealtad al Rey cautivo, no reconociendo a los usurpadores franceses, solamente “a la Real casa de Borbón, conservando este Reino en su total integridad, hasta tener la gloria de devolverlo a su único ylegítimo Soberano”. La Junta hizo un llamado para la restitución de un nuevo convenio, solicitó el juramento de fidelidad al monarca y a la Junta misma. En la plaza central de la Nueva Asunción de Guatemala, el 12 de diciembre de 1808 se efectuó, con gran pompa, el juramento de fidelidad a Fernando VII, en enero de 1909, el acto de reconocimiento a la Junta Soberana. El sello de este acuerdo se haría apartir de la incorporación de representantes de los Reinos en el mencionado organismo. Lo mismo haría, posteriormente, el Consejo de Regencia, pero éste solicitaría diputados a Cortes. El debate entre las élites se remonta al pensamiento político clásico español. La Junta Central reasumía la representación de la nación. Se agregaba que “no sólo la ley natural, también las leyes positivasespañolas justifican plenamente la Constitución y las actuaciones de la Junta Suprema”. Estos argumentos fueron vertidos en las actas de los Cabildos cabeceras de las provincias cuando demostraron su adhesión. El argumento anterior lo confirmaba uno de sus miembros, Gaspar Melchor de Jovellanos, quien en su defensa de la Junta Central expresó la necesidad de constituir un gobierno. Según Jovellanos, enuna situación crítica, las juntas provinciales se consideran como cuerpos constituyentes que representan la voluntad de “las clases, profesiones, órdenes y magistraturas de las capitales... el pueblo las creó en abierta insurrección, en tiempos tranquilos no se les puede conceder ese derecho”.
El autor defendió a la Junta con un argumento convincente: la prioridad de un gobierno y la dificultadde convocar y reunir a todos los representantes de la nación de forma inmediata. Las relaciones entre el ayuntamiento capitalino y las autoridades fueron tensas, sin llegar a ruptura alguna. El informe de Manuel Vela, Tesorero de las Reales Cajas, dice que en la mencionada reunión, “hubo individuos en quienes se dejaron vislumbrar las ideas de subversión… a pretexto de la orfandad de la patria…en el Ayuntamiento no faltaban según la voz común corifeos de la insurrección; pero también sea verdad, que no faltaba tampoco quien se les opusiera con firmeza. Establecida en España la primera Regencia, se apuntaron por aquel Cuerpo dificultades para obedecerla, renovando el intento de Junta independiente.; mas no encontrando todavía mayor apoyo se la reconoció: Convocase enseguida a...