La dictadura militar

Com- 13 Diarte, BelénReyes, AgustínMedina, Alicia
INTRODUCCION
El arte es el reflejo y el testimonio del sentimiento humano, ya sea de quienes los producencomo de sus semejantes, en un espacio y tiempo determinados. A través de el podemosdescubrir lo que estuvo oculto a los testigos de esos momentos en los que se produjo el hechoartístico, e incluso, muchas veces, oculto también para lospropios autores que en infinidad decasos, y de manera intuitiva, describen las distintas lecturas de la realidad que a primera vistason invisibles.De esta manera, escritores, actores, poetas, músicos, con ideologías y lenguajes distintos nosmuestran de diversas formas, lo terrible de los años vividos en nuestro país en la etapa másoscura y sangrienta de nuestra historia nacional a partir de 1976. Esosmismos artistas unidos aotros sectores de la sociedad, tuvieron la capacidad de contrarrestar un gobierno basado en lacensura, la tortura y la persecución de todo lo que fuese o pensase distinto a lo esperado por elrégimen. Es que el saber, el conocimiento, la capacidad de pensar y la dignidad, son un camino para llegar a la libertad, y esto no se condice con el régimen autoritarioEl rockrealizaría, a su manera, su informe de la situación, y ese es nuestro objetivo de trabajo,el saber de qué manera y con qué herramientas contaron los músicos rockeros argentinos parahacer frente o resistir la situación opresiva que se vivía en el país. Como fué su resistencia. Paraello investigamos en bibliografía de la época y recurrimos a un músico que tocaba en esostiempos, al que entrevistamos para que,a través de sus vivencias, aporte a nuestra investigacióninformación de manera directa y precisa.I



Com- 13 Diarte, BelénReyes, AgustínMedina, Alicia
LA RESISTENCIA PASADA
¿Por qué hablamos de resistencia? Porque nuestro rock dio sus primeros pasos en 1966 y porqueempezó a definir su identidad en 1976. Fechas en las que comenzaron dos tremendos periodososcurantistas y represivos aquí enla Argentina. Donde los enemigos del rock fueron igualmenteenemigos de la juventud.Lo más irritativo de una sociedad de rutinas totalitarias es cualquier cosa que aparezca comosinónimo de
libertad
. El Rock lo ha sido, siempre. Cuando uno de nuestros mejores músicos lodefinió como un “instinto de vida”, lo difamaron, marginaron y despreciaron hasta 1982, cuandoen la guerra de Malvinas unasociedad enferma de muerte aplaudió gozosamente el sacrificiosupremo de una generación. Una generación que por muchos años fue reprimida por el solohecho de usar el pelo largo y portar una guitarra eléctrica. Una generación que indudablementetuvo miembros que resolvieron responder con violencia a la violencia del Sistema reinante, perono es accidental que jamás una letra del Rock nacional hiciera laapología de la agresión. Encambio, ha sido un canto permanente de solidaridad y búsqueda de justicia.El Rock nacional no es otra cosa que una manifestación distinta de un antiguo acto de rebeliónfrente a una maquinaria que aplasto la dignidad humana. Y que por estar lleno de vida, molestoa los artesanos de la muerte Es mucho más que una música o un tipo de sonido. Es una manerade no aflojar en elduro trabajo de construir una sociedad diferente.
UNA LLAMA DE VIDA
A pesar de la vigente Ley Marcial y el Estado de Sitio a principios de los años ’70, los jóvenesse reunían en las plazas y parques para practicar la expresión artística de su preferencia.Durante el trágico periodo de 1976 a 1982 el rock fue una llama de vida pasada de mano enmano por pequeños grupos de músicos subterráneos, oenarbolada sonoramente por la audienciade los múltiples recitales masivos.La música lúcida, como todas las otras expresiones de libertad, había sido borrada de los canalesde difusión llamados “caretas”: la radio, los diarios, la televisión. Se intentaba imponer a la juventud el modelo de joven despreocupado que no tiene conciencia de lo que pasa a sualrededor, encarnado en el Travolta de “Fiebre del...