La espera...

La Espera

Ya está !, ya lo tengo !. Desde nuestra mas tierna infancia, obtenemos nuestros deseos exigiéndolos en términos de inmediatez. Cuanto antes mejor, porque así puedo apresurarme a pedirlo siguiente. Y es que, el apetito para esta cuestión es infinito, tanto mas cuando es satisfecho enseguida.

Así nos criamos y así nos mantenemos. No se cura con la edad, ni con estudios ni conexperiencia. Todo lo contrario, porque las metas de los adultos son mas costosas y mas complejas que un ChupaChups y luego un helado.

Si miramos atrás, resulta que nuestra aliada la tecnología se nosestá volviendo en contra. Todos los recuerdos que evocan satisfacción y nostalgia están ligados directamente a la espera. Antes un bizcocho llevaba su tiempo de elaboración y cocción, porque el hornotardaba lo que tenía que tardar. La leche debía cocerse, no se concebía apretar el botón de los 30” para que esté lista. Si una canción te gustaba y estaba al final de la cinta, como mucho se podíaavanzar rápido, pero tocaba esperar. Si tu grupo de música favorito editaba un álbum, la espera era eterna hasta que se iba a la tienda y se compraba el disco. Ahora, casi lleva el mismo tiempodescargarla que calentarte la leche. Las películas en el cine también exigían espera. Las entradas se compraban con antelación y la cola para acceder tampoco la evitabas. Ahora, solamente es un tema deilegalidad obtener la película de forma inmediata. Incluso ahora, los regalos de Reyes se dan en Nochebuena para que puedan jugar antes los niños. Resulta hoy en día inconcebible que para localizar a alguientengas que esperar a que llegue a su casa. Se da por hecho, que puedo hablar con él aquí y ahora. Y es que, debes de armarte de una buena excusa para que no comentes tus pasos en ‘real time’ porWhatsApp, Tuenti, Facebook, Twitter y un largo etc… El mundo entero está esperando que cuentes lo que haces en este mismo instante. Ya quedaron atrás las frases como, cuando llegue te cuento o cuando...