la gallina degollada

SÍNDROME DEL AMOR
Cuando su madre la vio, en el charco rojo y abundante, quedo estupefacta recordando lo hermosa que había sido en su corta niñez.
Eran aristócratas. Ella heredera de una fortunaincontable, de una belleza encantadora, de una actitud incomprensible. De niña estudió en un colegio de monjas, de esos que ya no hay, austero hasta los huesos pero que gestaron en ella unapersonalidad sin máscaras.

Cuando se enamoraban, él evocaba los instantes en que se le subían los colores al rostro, por el infante primer amor que conquistó en la media. Sudando a chorros por elnerviosismo. Ahora un hombre de negocios. Román sucedió las empresas de su padre, aniquilado de un tiro por un ajuste de interés, administrándolas de gran manera.

Doña Peta mujer grande, gorda y bronceadahabía de recordar con nostalgia la época en que dejo las palmeras, de aguaje, para emigrar a la capital. Tenía unas manos mágicas, que jornalero que probaba de ellas regresaba como quien regresa al nidoromántico cada anochecer. Gracias a sus dotes pudo conseguir un buen empleo en la ciudad gris. Pero la verdad hubiese preferido mejor no dejar sus palmeras a ver lo que la marcó hasta el final de susdías.

Esperaron mucho tiempo pero al fin se decidieron. Nació el primero. Al parecer sanito, rechoncho y achinado sin imaginar el destino que le deparaba, cuando el doctor les dijo: . Sofía se tapólas manos con una fuerza que las pinzas quedaron marcadas en su rostro albino. Román práctico en los negocios, igualmente en la vida, no pensó en lo que diría más bien en la solución que le daría: ,le dijo a Sofía, en tono imperante y desolador. Sofía no se inmutó y asintió, pensando que era un desacierto del destino.
Pasado un tiempo. Los esposos lo intentaron nuevamente, buscando el sueñonupcial. Segundo, tercero, todos marcados con el Síndrome. Román enérgicamente: . La cruz de los padres permitió que la casa pase de ser su mundo de enredaderas de amor a un mundo sin orden,...