La Historia Como Estudio Razonado De La Complejidad Social

LA HISTORIA COMO ESTUDIO RAZONADO DE LA COMPLEJIDAD SOCIAL

“En la parte inferior del escalón, hacia la derecha, vi una pequeña esfera tornasolada, de casi intolerable fulgor. Al principio la creí giratoria; luego comprendí que ese movimiento era una ilusión producida por los vertiginosos espectáculos que encerraba. […] Cada cosa […] era infinitas cosas, porque yo claramente los veía desdetodos los puntos del universo. […] y sentí vértigo y lloré, porque mis ojos habían visto ese objeto secreto y conjetural, cuyo nombre usurpan los hombres, pero que ningún hombre ha mirado: el inconcebible universo”[1]

¿Cómo asir el universo? ¿Qué caminos trazar para reconocer lo intangible? La empresa ya de por sí resulta imposible, si trazáramos una meta de algo que ni siquiera tenemos unaconcepción concreta o al menos regulada por los limites de nuestra conciencia. Pero acaso, ¿no somos nosotros, cuerpos en movimiento, en plena experiencia cognoscente con el mundo los que limitamos nuestra capacidad de aprehensión de lo externo, de lo inimaginable? Y si existiese un campo de estudio para conocer lo inconcebible que no dependiera de taras religiosas o místicas o esotéricas o astrológicaso más aún, matemáticas; que explorara lo insondable del universo a partir de la simple cosmovisión de ese universo. Es decir, más allá de lógicas perceptibles en cuanto al conocimiento humano sobre el cosmos (aunque conocimiento finito en relación a la infinitud del objeto); el infinito existe gracias a la concepción que el sujeto le otorgó. Es cierto que existe ese universo múltiple,racionalmente inabarcable, pero es la construcción del hombre lo que le da validez, le otorga el carácter de objeto para establecer en él, un análisis, una depuración, una concepción de completitud para ser abarcado; pues es el ser humano quien lo ha fijado como centro cosmogónico.
Lejos de plantearnos si esta experiencia, reglada en la razón iluminista, desde el giro copernicano a las teorías filosóficas deKant, ha sido la base argumentativa para sostener la dictadura de la razón antropocéntrica. Cabe plantearnos si esta relación empírica y razonada entre el sujeto preceptivo del objeto no determina, al fin y al cabo, toda la experiencia cognoscente que le da sentido a nuestra existencia.

“Se comprendió que la razón sólo descubre lo que ella ha producido según sus propios planes; que debemarchar con los principios […] según leyes constantes, y obligar a la naturaleza a que responda lo que se le pregunta, en vez de ser esta última quien la dirija y maneje […] La razón se presenta ante la naturaleza, por decirlo así, llevando en una mano los principios […] y en la otra, las experiencias que ha establecido por esos principios”[2]

Si es acaso, el sujeto-epistemológico quien le daverdadera dotación a todo el conocimiento infinito que rodea nuestro universo, porque es reconocible en todo el material sensible que nos rodea. Pero ¿qué pasa cuándo esa percepción es confusa y aún errática? Cuando el conocimiento, siempre limitado por nuestra conciencia finita de la realidad, se haya domeñado ante determinados modos de concebir esa realidad. Que ya son externos, ajenos a nuestrojuicio, pero que aún así recibimos, obligándonos a domesticar nuestro intelecto, a moldearlo de acuerdo a conocimientos ya prefijados.
Este mismo problema puede considerarse al estudiar cualquier conocimiento humano, y en lo que atañe a este ensayo, particularmente a la historia. Sabemos que la historia es una construcción humana. Las formas de relación entre el conocimiento acabado que adquirimoshereditariamente por los análisis de las generaciones pasadas, es un proceso de depuración, abstracción y selección de todo el material disponible para su estudio. Es decir, el conocimiento heredado nunca es definitivo ni completo. La totalidad de la historia es un fin inaccesible y por lo tanto, debemos conformarnos con entenderla de acuerdo a las asignaciones teóricas que fueron subsistiendo a...