La historia es el cambio

En el ámbito comunicacional, desde que los sociólogos empezaron a estudiarla como novia de la sociología y a buscar las diferentes envergaduras que esta posee, han existido muchas hipótesis de la manera en cómo funciona. Desde el Funcionalismo que planteaba una comunicación masiva dedicada a entretener, educar e informar hasta las críticas más arraigadas como las de la Escuela de Frankfurtapegada a una corriente neo-marxista.
Ahora bien, la situación es muy utópica ya que a pesar de todas las organizaciones dedicadas a la investigación de la comunicación han llegado a distintas conclusiones es muy difícil explicarla de manera tan objetiva y certera en su totalidad.
En un análisis hecho por el especialista boliviano en comunicación para el desarrollo, Luis Ramiro Beltrán postuló unaparente dominio de la Industria Cultural de los Estados Unidos en Latinoamérica. Es decir, que los medios de comunicación utilizan ciertos parámetros norteamericanos para codificar los mensajes tanto publicitarios como televisivos con el fin último de vender.
Este pensamiento planteado por Beltrán, es por una parte cierto porque la Industrial Cultural como máquina vendedora de cultura ha sido degran incidencia en Latinoamérica y el mundo; pero está un poco dudosa la idea de que actualmente los códigos utilizados en los mensajes norteamericanos sea dominante en su totalidad en América latina.
La consistente crítica hacia las Industrias Culturales parte primeramente de la corriente marxista que fue la primera en colocarle a los medios de comunicación este nombre. El principal hecho en quese basan las críticas es la continua venta de cultura, que desechan una llamada ‘sociedad de masas’ donde se envían mensajes masivos potenciados de paradigmas, modas y modelos sociales.
Pero, al final el contenido como tal del mensaje así sea malo o bueno ayuda a la industria a vender, el cual lo convierte en su único fin.
Herbert Marcuse, como miembro de la Escuela de Frankfurt, criticó elpensamiento tecnocrático que era el régimen utilizado por los medios, donde al fin y al cabo son los únicos con beneficios. Pero que al final lo logran imponiendo criterios.
Hasta la actualidad todavía perdura la mención de este sobre nombre –por así decirlo- de los medios de comunicación en las investigaciones de la comunicación de masas. Esto se debe a que a pesar de que fue planteado hace muchotiempo, hasta ahora todavía lo mensajes están codificados de la misma manera para persuadir y así culturizar a las masas, obteniendo lo requerido por ellos.
Como bien decía Mattelart, para poder vender culturas se debe saber que es lo que va a lograr la persuasión del consumidor. Pero para tener conocimiento de esto se debe utilizar técnicas de encuestas y analizar los resultados medianteprocesos metodológicos. Esta misma premisa es la utilizada día a día para adivinar el contenido que van a llenar los mensajes. Persiste desde 1970, fecha en la que el sociólogo belga lo postuló, basada de igual manera en el análisis de los miembros de la comunidad masiva en general.
Lo planteado por Mattelart es la cruel realidad de la situación, que aún siendo criticada por él y muchos otrossociólogos comunicacionales o comunicólogos sigue en vigencia el funcionamiento de la Industria Cultural, imponiendo anarquía en la sociedad de masas e impulsando culturas. Y así como ellos la estudiaron, lo seguirán haciendo otros sociólogos hasta que se produzca otra manera de vender. Cosa que si ocurre sería muy hipotético, ya que, por la misma razón que para muchos el dogma neoliberal seguirá formandoparte del futuro también la globalización lo será.
Tomás Eloy Martínez, periodista y escritor argentino, en Defensa de la Utopía plasma el deber ser del comunicador. La forma en cómo el periodismo actual ha cambiado en torno a lo que pueda ocurrir si se plasma la verdad. Configurando un párrafo de este ensayo:
“Algo semejante está sucediendo ahora en América Latina. Cuando más afuera de la...