La huella invisible: humos, polvos y perfumes

Si nuestros ojos pudieran percibir las innumerables partículas que se mueven a nuestro alrededor, quedaríamos profundamente sorprendidos: en la atmósfera terrestre se desplazan cada año más de tresmil millones de toneladas de polvo, que incluye hongos, bacterias, virus y agentes químicos. Isaac Schifter explica en este libro los peligros cotidianos a los que estamos expuestos debido a estospolvos. Con todo, advierte el autor, paulatinamente se ha reconocido la importancia de estas partículas como herramientas tecnológicas: la pulverización de los metales, por ejemplo, condujo a laelaboración de gran variedad de instrumentos. No hay que olvidar, además, que a estas partículas invisibles debemos el azul del cielo y de los océanos, los olores y los perfumes, e incluso, hay quien lo afirma,la vida en la Tierra.
Los químicos son parte de nuestra vida, dan apoyo a nuestras actividades, previenen y controlan muchas enfermedades, incrementan la productividad agrícola, pero no podemosignorar su peligrosidad. Si muchos de esos productos no se usan apropiadamente, ponen en peligro nuestra salud y envenenan el medio ambiente. Se estima que cada año 1.000 nuevos productos químicos, por lomenos, se ofrecen en el mercado y que a escala global unos 100.000 se emplean diariamente. Más sustancias generadas son sinónimos de mayor almacenamiento, transporte, manejo, uso y desecho dequímicos. Todo ese complicado ciclo de vida de los productos químicos debe tomarse en cuenta al evaluar sus riesgos y beneficios, ya que no son únicamente los trabajadores que manipulan las sustancias quienesestán en peligro; también nosotros en nuestras casas estamos expuestos."
Olor y memoria
La vista y el oído han sido tradicionalmente percibidos como los sentidos fundamentales con los cuales nosrelacionamos de manera segura e independiente con el mundo que nos rodea. Un determinado perfume o una fragancia olvidada pueden provocar instantáneamente escenas y emociones pasadas.

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