La idea de autonomía y su relación con el ámbito universitario en hobbes y en kant.

Trabajo Práctico Final: La idea de autonomía y su relación con el ámbito universitario en Hobbes y en Kant.

El propósito de este trabajo será el de revisar los sentidos y la importancia del concepto de autonomía, refiriéndolo constantemente al ámbito universitario, en las obras indicadas de Thomas Hobbes e Immanuel Kant, sirviéndonos, de considerarlo apropiado, del aporte de algunoscomentaristas. La elección de este concepto como eje articulador no es de ninguna manera casual. La idea de autonomía (universitaria), los discursos y prácticas que fomenta y se entrecruzan en ella, resulta clave para entender las reivindicaciones, los problemas, en torno a la universidad moderna, pero de manera más general, también, en torno a la educación moderna, sin diferenciar sus estratos (si bienestá claro que es en la universidad donde este problema se vuelve mucho más acuciante y no puede relegárselo a un segundo plano en los debates sobre su función). Una autonomía que, como veremos, siempre es intrincada a la hora de pensarla, pues no resulta de ninguna manera un concepto unívoco; siempre mediado por una trama de relaciones de sentido en diverso grado particulares a cada contexto sociohistórico donde esta noción aparece en disputa. Por eso, si bien las reflexiones de Kant y Hobbes no comportan para nosotros un mero interés historiográfico, se vuelve preciso relacionarlas con los enfrentamientos y los acontecimientos sociales de cada época, y con los sistemas filosófico-políticos más amplios dónde la noción de “autonomía” es insertada y adopta funciones particulares.Debiéramos proporcionar, a esta altura, una definición simple y breve del concepto con la cual manejarnos antes de entrar a un análisis más cuidadoso de su uso y condiciones de posibilidad en los autores ya mencionados. Para ello seguiremos con cierta libertad la etimología de la palabra (auto-nomos), entendiéndola como la posibilidad de “darse la propia norma”. Esto es, no libertad respecto de las normassino libertad respecto de su externa definición e imposición por una autoridad extraña al actor que caiga bajo su guía (ya veremos cómo esto último se mantiene, si bien con ribetes problemáticos, aún en el enfoque Hobbesiano). Entonces, si concebimos a “la universidad” como actor (totalización mediante) que debiera poder darse sus propias normas, debemos preguntarnos inevitablemente por su (im)posibilidad, y esto, a su vez, nos remite a esos otros, a esos alters que constituyen la idea de heteronomía que resulta, por la diferencia, esencial a la hora de darle sentido y juzgar la propiedad del concepto (y la demanda) de “autonomía”.

Siempre el conocimiento y su legitimidad son campos de disputa de poderes en tensión, (que se produce, quién lo produce, cómo se produce, para quienes,quien debe instrumentalizarlo, en base a qué fines). Más aun, sería políticamente irracional para cualquier actor con intereses políticos, no entrar en esa disputa, abstenerse de querer imponer su impronta singular, de apropiarse de un poco de ese capital simbólico que son los “altos estudios”. Para ser ilustrativos, podemos remitirnos a la situación actual a partir del trabajo de Eduardo Rinesi yGermán Soprano[1] sobre esta misma idea. Existen hoy por hoy 5 grandes “otros” respecto a la Universidad (aunque su naturaleza, la de sus intereses, y su peso específico para heteronomizar sean sumamente diversos en cantidad y forma): Las dirigencias políticas de turno, el Estado[2]; Corporaciones Economicas nacionales y trasnacionales; instituciones academicas y científicas dedicadas a lainvestigación oficiales y no oficiales; la corporación universitaria, burocratizada y cerrada sobre sí misma en una lógica disfuncional; y la Sociedad Civil. Dejaremos planteada la pregunta, a modo de propuesta que excede los fines mas descriptivos de este trabajo, de sí es posible y/o deseable la autonomía de la universidad respecto de todos estos sectores, si no se volvería estéril así concebida,...