La invasion pacífica
Páginas: 67 (16624 palabras)
Publicado: 9 de marzo de 2011
Capitulo 1: Del peregrinaje al “Tour” : Los turistas en la historia de España
La identidad periférica
La Península Ibérica era considerada el Finis Terrae; en el siglo XVIII, constituía el límite noroeste de la civilización islámica y allí acababa la zona de influencia de la Europa cristiana.
La principal peregrinación de España en la época medieval era el Camino de Santiago, ruta que seextiende desde el suroeste de Francia, cruzando todo el norte de la Península hasta Santiago de Compostela, donde conducía a los peregrinos a la tumba del apóstol Santiago. El primer peregrino fue un obispo francés que viajo desde Puig en el 951.
Poco más tarde eran decenas de peregrinos notable provenientes del norte los que peregrinaron a Santiago, que adquirió importancia religiosainternacional. Ya en el siglo XII surgieron numerosos guías profesionales.
En el 1114 el Real Ayuntamiento de León aceptó como pasaporte, la carta de presentación de un peregrino, estos fueron los primero intentos de homologar los procesos de documentación y así facilitar la libre circulación de los viajeros. Los peregrinos estimularon el comercio y contribuyeron a la buena fama de las regiones del norte dela Península.
En 1957 un decreto impedía a los ingleses entrar en España y exigía un permiso especial para los demás extranjeros y aunque se derogó en 1604, pocos intentaron viajar y las peregrinaciones a Santiago fueron declinando.
El gran ciclo de guerras entre España y el poder emergente de Inglaterra y Holanda fomentó la antipatía contra los europeos del norte y los protestantes. Incluso loscatólicos no ortodoxos se encontraban un ambiente hostil por parte de las autoridades españolas. Así surgió la “leyenda negra”, conjunto de obras literarias y de estado de opinión que condenaban el carácter español tildándolo de perezoso, arrogante, cruel y medieval. Las primeras manifestaciones se dieron en los años del apogeo de apogeo del poder imperial español y se generalizaron durante lalarga etapa del declive económico e imperialista.
Otros motivos contribuyeron a la mala fama: la escasa `presencia en las grandes ciudades del continente, la terrible reputación de la inquisición y los signos obvios de su decadencia imperial. La Península Ibérica se había convertido para muchos en un modelo de fracaso, y quedó marginada de las principales rutas turísticas en los primeros años de laEuropa moderna. En el siglo XVII los principales destinos turísticos en el sur de Europa eran los de Italia. Los grandes viajeros británicos apenas entraron en España, los franceses preferían otros destinos europeos, incluso después de que se entronizara en Madrid, en 1702, la dinastía borbónica, de origen francés
Hacia finales del siglo XVII, la literatura de viajes fue uno de los géneros máspopulares, y los escritores reforzaron las bases del antiespañolismo narrando historias de mendicidad y violencia.
Los siglos XVIII y XIX
La España del siglo XVIII estaba experimentando un cierto renacimiento, los reformadores Borbones se concentraron, en la infraestructura de transportes, tanto para incrementar el comercio como para mejorar los viajes por la Península.
La construcción deuna red radial de carreteras empezó bajo el reinado de Fernando VI. En 1754, un enviado de la Corona tras haber analizado el desarrollo industrial de otros países europeos, convenció de la necesidad de crear grandes carreteras (Madrid - La Coruña, Madrid - Cádiz,…). La construcción avanzo a paso de tortuga debido a la falta de inversión y obsesionados por enlazar la capital con las zonas costerasmás dinámicas, se pasaron por alto las localidades interiores. (Primeros viajeros sobre ruedas 1760).
También se presto atención al alojamiento, a partir de 1749, las leyes intentaron reparar las numerosas taras del servicio (camas limpias, cuartos cómodos), dando incentivos a los propietarios que modernizaran sus posadas. Los diarios de ruta indicaban que los alojamientos en las principales...
La identidad periférica
La Península Ibérica era considerada el Finis Terrae; en el siglo XVIII, constituía el límite noroeste de la civilización islámica y allí acababa la zona de influencia de la Europa cristiana.
La principal peregrinación de España en la época medieval era el Camino de Santiago, ruta que seextiende desde el suroeste de Francia, cruzando todo el norte de la Península hasta Santiago de Compostela, donde conducía a los peregrinos a la tumba del apóstol Santiago. El primer peregrino fue un obispo francés que viajo desde Puig en el 951.
Poco más tarde eran decenas de peregrinos notable provenientes del norte los que peregrinaron a Santiago, que adquirió importancia religiosainternacional. Ya en el siglo XII surgieron numerosos guías profesionales.
En el 1114 el Real Ayuntamiento de León aceptó como pasaporte, la carta de presentación de un peregrino, estos fueron los primero intentos de homologar los procesos de documentación y así facilitar la libre circulación de los viajeros. Los peregrinos estimularon el comercio y contribuyeron a la buena fama de las regiones del norte dela Península.
En 1957 un decreto impedía a los ingleses entrar en España y exigía un permiso especial para los demás extranjeros y aunque se derogó en 1604, pocos intentaron viajar y las peregrinaciones a Santiago fueron declinando.
El gran ciclo de guerras entre España y el poder emergente de Inglaterra y Holanda fomentó la antipatía contra los europeos del norte y los protestantes. Incluso loscatólicos no ortodoxos se encontraban un ambiente hostil por parte de las autoridades españolas. Así surgió la “leyenda negra”, conjunto de obras literarias y de estado de opinión que condenaban el carácter español tildándolo de perezoso, arrogante, cruel y medieval. Las primeras manifestaciones se dieron en los años del apogeo de apogeo del poder imperial español y se generalizaron durante lalarga etapa del declive económico e imperialista.
Otros motivos contribuyeron a la mala fama: la escasa `presencia en las grandes ciudades del continente, la terrible reputación de la inquisición y los signos obvios de su decadencia imperial. La Península Ibérica se había convertido para muchos en un modelo de fracaso, y quedó marginada de las principales rutas turísticas en los primeros años de laEuropa moderna. En el siglo XVII los principales destinos turísticos en el sur de Europa eran los de Italia. Los grandes viajeros británicos apenas entraron en España, los franceses preferían otros destinos europeos, incluso después de que se entronizara en Madrid, en 1702, la dinastía borbónica, de origen francés
Hacia finales del siglo XVII, la literatura de viajes fue uno de los géneros máspopulares, y los escritores reforzaron las bases del antiespañolismo narrando historias de mendicidad y violencia.
Los siglos XVIII y XIX
La España del siglo XVIII estaba experimentando un cierto renacimiento, los reformadores Borbones se concentraron, en la infraestructura de transportes, tanto para incrementar el comercio como para mejorar los viajes por la Península.
La construcción deuna red radial de carreteras empezó bajo el reinado de Fernando VI. En 1754, un enviado de la Corona tras haber analizado el desarrollo industrial de otros países europeos, convenció de la necesidad de crear grandes carreteras (Madrid - La Coruña, Madrid - Cádiz,…). La construcción avanzo a paso de tortuga debido a la falta de inversión y obsesionados por enlazar la capital con las zonas costerasmás dinámicas, se pasaron por alto las localidades interiores. (Primeros viajeros sobre ruedas 1760).
También se presto atención al alojamiento, a partir de 1749, las leyes intentaron reparar las numerosas taras del servicio (camas limpias, cuartos cómodos), dando incentivos a los propietarios que modernizaran sus posadas. Los diarios de ruta indicaban que los alojamientos en las principales...
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