La Marca
Las marcas --al igual que las personas-- nacen, crecen, se reproducen y mueren. La diferencia está en que podemos manipular su vida para prolongar las etapas más lucrativas,darle mayor brillo a su florecimiento, ser más eficaces en su reproducción y hasta podemos evitar que mueran de inanición.
Crear una marca es una experiencia enriquecedora. Similar a lo que sucedefrente a un bebe recién nacido, uno se complace de ver cómo una marca logra un primer impacto, cómo cautiva a su audiencia y se gana el corazón de la gente.
Pero por más que sepamos exactamente quéconviene hacer a lo largo de la vida de las marcas --al igual que con los hijos--, no es tan simple la crianza. Factores externos alteran nuestra orientación, la marca no siempre responde a cada esfuerzoque se hace por ella. Fallamos no solo por errores propios, sino por no poder prever o controlar los ataques desde frentes a veces desconocidos.
Nos gusta llamarlos fenómenos, pero lo cierto es queel mundo se hace complejo para todos y las marcas no están ajenas a los cambios. Nuevas tendencias aparecen y la construcción de marcas se complica. Por ejemplo, en la medida en que el mercado sigasiendo gobernado por precios, prevalecerán actividades tácticas que se superponen a las estratégicas. Así, las marcas correrán el riesgo de dar mayores indicadores relacionados a lo que representan ensentido económico antes que respecto a su posicionamiento.
Cuando una marca nos dice: "cómprame porque mi precio te conviene" no la valoramos, la usamos y luego la desechamos. Por el contrario, cuandouna marca logra que creamos en un mensaje que dice: "soy la marca que mejor resuelve tu problema" a esa marca sí le daremos valor. Si, adicionalmente, funciona adecuadamente tal como ofreció, lo másprobable es que desarrollemos cierta fidelidad que luego la marca cultivará.
Cada día el entorno varía y hay que estar preparados para las tendencias que amenazarán nuestro mercado. No nos podemos...
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