La Narrativa Como Dispositivo De EVALUACI N



Una Mirada Alternativa de la Evaluación


La evaluación como relato


Pensar la evaluación como relato invita a analizarla desde una perspectiva interactiva, desde un sujeto que reconstruye, recuerda e imagina, y al hacerlo adopta una postura, a la vez que revitaliza un discurso pedagógico y un posicionamiento didáctico. Al hacerlo se ponen en cuestión tensiones tales como las que vinculan laevaluación en relación al saber y al poder. Al decir de Perrenoud (2008) la evaluación “estigmatiza la ignorancia de algunos para exaltar la excelencia de otros”.
Evidentemente, un eje del debate es la mirada de la evaluación al servicio de la jerarquía y la selección por un lado, y de la regulación de los procesos de aprendizaje, del proceso formativo, por otro. El autor plantea, entre otrascuestiones, la función tradicional de la evaluación para certificar para terceros los contenidos aprendidos, lo que se vincula con la noción de “acreditación”, así como la idea de la misma como preparación para el “examen”, ideas éstas restringidas de un proceso mucho más amplio que afecta las reglas de juego en el aula, así como las relaciones familia-escuela.
“La evaluación formativa adquiere todosu sentido en el marco de una estrategia pedagógica de lucha contra el fracaso y las desigualdades ( )” (Perrenoud, 1996 j; 1997 e). Para viabilizarlo, será preciso poner el foco en las trayectorias singulares de los alumnos, en recuperar experiencias valiosas de aprendizaje y pensar al docente como generador de situaciones de aprendizaje, poniendo en cuestión la monocronía de los tiempos y ritmosde aprendizaje, ya que no todos los alumnos aprenden lo mismo en los mismos tiempos y simultáneamente.

La narrativa como dispositivo de formación profesional


La formación profesional docente remite a desarrollar un discurso legitimador del quehacer específico, en dicha construcción debemos apartarnos de los supuestos de racionalidad técnica, según la cual la teoría guía la acción,estableciendo un sistema prescriptivo unidireccional, propia del pensamiento desapasionado. Oponemos a ello el pensamiento comprometido, orientado a la búsqueda de significados compartidos, en contextos situados. En palabras de Edith Litwin1:

“El pensamiento apasionado se vincula con el deseo por llegar a lo que todavía no se llegó y a la imaginación, que como parte de la inteligencia nos permite aventurarrelaciones y proyectarlas de manera original. Se trata, entonces, de entender que la enseñanza debe ser promotora del pensamiento apasionado –que incluye el deseo y la imaginación- para provocar una educación comprometida con la sociedad que a su vez dotará de significado la vida de los niños y los jóvenes.”

El docente como profesional práctico reflexivo, va construyendo conocimiento a partir delanálisis reflexivo y crítico de su práctica situada, cuando introduce la duda sistemática que le permite seguir aprendiendo, cuando se pregunta ¿por qué hice esto?, ¿cómo llegué a pensarlo?, ¿por qué lo hice?, ¿lo volvería a hacer?
Éste tipo de análisis se ve favorecido cuando se nominan los hechos, cuando quedan registros de incidentes críticos, cuando se explicitan y verbalizan los hechos, lassituaciones y, de algún modo, recreamos nuestra participación en la trama de los acontecimientos.
Hoy sabemos que el conocimiento se construye en la interacción con el otro, y en ese encuentro resignificamos al objeto de conocimiento, en este sentido, la práctica docente se constituye en objeto de conocimiento para ayudarnos a comprender las distintas dimensiones que se entrecruzan para darsentido al acto educativo. La narrativa aparece como un acto social, que activa múltiples voces y nos permite bucear en las agitadas aguas de los pensamientos, las intenciones y las emociones de los sujetos. Resulta interesante lo que, al respecto, refiere Alicia Caporossi2

“McEwan y Egan (1998) sostiene que lo narrado dentro de una tradición son paquetes de conocimiento situado que se recrean a...