La Ola
Páginas: 2 (343 palabras)
Publicado: 26 de enero de 2015
La Ola
Desde el título mismo, esta obra de dramaturgia pura y brava es, acto por acto, un desbordado despliegue de artificio literario, hasta que cae el telón, delante del que quedamos sinaliento, boquiabiertos ante la pieza teatral textual que la mente lectora ha puesto en escena: los personajes dialogan y se desplazan sobre la duela virtual de nuestra imaginación.
Pieza de crujía, LaOla se ambienta en el penal, ese recinto semejante tan solo a esos otros que encierran la demencia y lo castrense, donde se disimula herméticamente el filo de la navaja. La acción dramática discurreen un mundo aparte, el del confinamiento y la restricción, y es ahí donde Palomino y Trinidad enfrentan su destino carcelario, ni un ápice menos fatal que la ceguera de Edipo; y es también dondeesperan y operan la redención que les ha de merecer su pasión y afición futbolera, justiciera, libertaria, olera.
La tragicomedia, en el mismo cariz que las obras de El Bosco, se rige por la ambigüedady la contradicción. A no ser por el título de las pinturas, es imposible deslindar en ellas el premio del castigo, el paraíso del infierno, el tormento del placer, el absurdo y la razón. Esadialéctica de opuestos es el poderoso motor de la acción dramática; de ahí, por ejemplo, el axioma que se infiere de la circularidad estructural de La Ola: «Que lo que empieza, es porque vuelve a comenzarpor donde acaba»; o los que proponen el travestismo y la impostura, simples y sencillos (al parecer): «Es lo que no es. No es lo que parece».
Víctor Sahuatoba, nos consta, llegó hasta Berlín sobre lacresta de La Ola, impulsado por la corriente de un tsunami báltico (que conste, nunca existió), ¿qué más decir?; la espuma bañó prados y arboledas del Tiergarten, Charlottenburg y Unter den Linden,hasta que, calma, formó un diáfano espejo en el archivo del Instituto Iberoamericano de Berlín, sobre el que hoy se refleja el nombre del autor, y al fondo, el monte Fuji.
Guadalajara, 4/ 4/ 14...
La Ola
Desde el título mismo, esta obra de dramaturgia pura y brava es, acto por acto, un desbordado despliegue de artificio literario, hasta que cae el telón, delante del que quedamos sinaliento, boquiabiertos ante la pieza teatral textual que la mente lectora ha puesto en escena: los personajes dialogan y se desplazan sobre la duela virtual de nuestra imaginación.
Pieza de crujía, LaOla se ambienta en el penal, ese recinto semejante tan solo a esos otros que encierran la demencia y lo castrense, donde se disimula herméticamente el filo de la navaja. La acción dramática discurreen un mundo aparte, el del confinamiento y la restricción, y es ahí donde Palomino y Trinidad enfrentan su destino carcelario, ni un ápice menos fatal que la ceguera de Edipo; y es también dondeesperan y operan la redención que les ha de merecer su pasión y afición futbolera, justiciera, libertaria, olera.
La tragicomedia, en el mismo cariz que las obras de El Bosco, se rige por la ambigüedady la contradicción. A no ser por el título de las pinturas, es imposible deslindar en ellas el premio del castigo, el paraíso del infierno, el tormento del placer, el absurdo y la razón. Esadialéctica de opuestos es el poderoso motor de la acción dramática; de ahí, por ejemplo, el axioma que se infiere de la circularidad estructural de La Ola: «Que lo que empieza, es porque vuelve a comenzarpor donde acaba»; o los que proponen el travestismo y la impostura, simples y sencillos (al parecer): «Es lo que no es. No es lo que parece».
Víctor Sahuatoba, nos consta, llegó hasta Berlín sobre lacresta de La Ola, impulsado por la corriente de un tsunami báltico (que conste, nunca existió), ¿qué más decir?; la espuma bañó prados y arboledas del Tiergarten, Charlottenburg y Unter den Linden,hasta que, calma, formó un diáfano espejo en el archivo del Instituto Iberoamericano de Berlín, sobre el que hoy se refleja el nombre del autor, y al fondo, el monte Fuji.
Guadalajara, 4/ 4/ 14...
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