. La personalidad en la relación terapeuta-paciente.
La perspectiva clínica que emerge de este modo de considerar el problema se configura – como señala Guidano (1990)- en la construcción del papel del terapeuta como el del perturbador estratégicamente orientado. Estratégicamente orientado significa orientado a las estrategias de cambio previamente negociadas con el paciente, de modo que elterapeuta debería abstenerse de intervenciones a ultranza en sectores no acordados, actuando solo sobre aquellos sectores de experiencia que se han revelado como críticos a partir de una reconstrucción previa de los temas de fondo de significado personal, procedimiento que se pone de manifiesto, por ejemplo en el caso siguiente:
Un comercial de 27 años acude a terapia con una queja difusa sobre unestado de apatía, insomnio y humor depresivo, que según el paciente esta injustificados, puesto que tiene todo lo que puede desearse: una novia estupenda y un trabajo excelente. Su discurso gira vagamente, al principio, sobre cambios experimentados después del servicio militar. Sin embargo, a los pocos minutos se polariza, precisamente alrededor de estos dos temas: la novia y el trabajo.Preguntando por cuál de ellos prefiere empezar, asegura que por el primero; pero al poco rato, deriva hacia el segundo. Sorprendido el propio paciente por esta desviación del discurso, intenta identificar el puente que une ambos temas, novia y el trabajo. Éste no es otro que algo que tienen en común y que en su organización discursiva ha facilitado el paso de un tema a otro, a saber: que ambos lesobrepasan. Esto significa que, a pesar de tenerlos, los vive como inalcanzables. Sólo recuerda haberse sentido bien, ilusionado y casi eufórico, cuando, después de haber conocido a la chica, en un momento en el que no tenía trabajo, se sintió espoleado por ella, consiguiendo, casi inmediatamente, uno por sus propios medios. Este trabajo, sin embargo, estaba al servicio de una actividad más bienespeculativa y fraudulenta, teniéndolo que abandonar en cuanto se apercibió de ello. Más adelante encontró otros trabajos similares que tampoco veía muy claros, hasta que, por influencias familiares, se le proporcionó el actual. Éste es un trabajo muy interesante y bien remunerado dentro del mundo comercial, pero él no se siente suficientemente preparado para desempeñarlo satisfactoriamente, como tampocose siente adecuado respecto a la novia. Llegados a este punto, su discurso vuelve a centrarse sobre sus sentimientos de inferioridad y derrotismo: para estar bien – es decir para no estar ansioso – debería abandonar novia y trabajo. La razón es que ambos le han sido ofrecidos, sin que él se los haya ganado. Son puertas que no he abierto yo, sino que me han sido abiertas. La metáfora de la puertada pie en el dialogo de terapéutico a la introducción del tema de la existencia y de su proyección temporal. La existencia es una puerta abierta que no hemos escogido ni merecido abrir, sino que se nos ha abierto gratuitamente. Al nacer atravesamos las puertas del vientre materno y somos echados a un mundo que ya está en marcha y al que tenemos la oportunidad de subirnos. El malestar actual denuestro paciente es un indicador de un momento de crisis existencial en el que la narrativa del futuro puede ser proyectada como una historia de replegamiento y fracaso, o como una historia alternativa de desafío para ganarse a pulso el lugar y las oportunidades que le ofrece el mundo. A partir de esta perspectiva el trabajo terapéutico empieza a orientarse hacia la consideración de los medios de...
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