La sombra que me acompaña
Siempre ame la libertad, yviví de ella como un parásito, las pocas cadenas que arrastré durante mi ausencia fueron las que durante el camino recogí y decidí llevar a cuestas, siempre con voluntad y con la frente en alto. No,la verdad es que estoy mintiendo, si me llegué a enamorar , no hace mucho, y como cualquier hombre vi dentro de mi el poder de sentirse unido a otra persona, de conjugar fuerzas y de multiplicarsiempre por dos todo, hasta el hambre.
El destino que no quise creer propio, me llevó a separarme de aquella, de quien sus cadenas llevé siempre entre labios; odié mi vida y las circunstancias que mealejaron de lo que yo realmente quería, mi felicidad.
Ayer me acerqué a un amigo quien al verme me reconoció cambiado, y me pregunto por Elisa, el nombre de dios hecho mujer, cuando le confié sudespedida, y nuestro caminar de espaldas, me miró con una compasión casi maternal y se rió. No lo entendí ni cuando me dijo… Tu sombra siempre te acompañará, la esencia de tu vida es indesprendible, lo mejorde ti vive en ti… Sin embargo hoy me desperté más optimista que nunca, casi creyendo que podría ser hoy el día en que la volviera a ver, me levanté de un golpe y me alisté pensando en un buen regalopara ella , me senté a escribirle en un trozo de papel, y ahora llevo varios volúmenes. Le he confiado mi vida, mis sueños, mis esperanzas, mi nostalgia, y el deseo de verla otra vez. Sinceramente heencontrado en la literatura la forma más casta y noble de cortar fronteras entre ella y yo, escribirle ha sido el remedio a nuestra distancia, el medio que no existe entre su cuerpo y el mío, la florque le doy cada día y el beso con el que me despido por las noches.
Hoy pensé en amarla en silencio y no escribirle, me alejé de la pluma, intérprete de mis sentimientos, y del papel testigo...
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