La tergiversada función de la escuela

La tergiversada función de la escuela

La escuela, un espacio de cultura, de enseñanza y aprendizaje, de formación y crecimiento, donde las ideas vuelan como abejas en su colmena y trabajan sin cesar en función de construir estructuras, no de miel, sino de conocimiento… O así debería de ser. Así lo ha intentado a través de la historia; no obstante, pocos frutos ha alcanzado satisfactoriamente,si consideramos tan alta pretensión esa de instruir a los individuos que serán las piezas de la sociedad, que siempre está en busca de avanzar hacia una meta indeterminada y utópica.
Sus intenciones han sido buenas, mas sus métodos han sido pobres, insuficientes y equivocados, en las más de las ocasiones. Hay modelos educativos tan antiguos como improductivos, que persisten en el tiempo, que seniegan a morir. O, tal vez, no los dejan perecer, por motivos económicos y políticos. Alejándonos de las teorías conspiratorias, habría que analizar el sistema de educación pública actual en México, sobre todo en la educación básica. Este modelo funesto, llamado Pedagogía Conductista, donde el alumno llega vacío y se llena de datos a base de repetición, y donde el profesor, más que instruir,adiestra, a base de castigos y amenazas.
Al niño, con su creatividad desbordante, su curiosidad implacable y sus movimientos impetuosos, un salón escolar le es tanto como una cárcel, su banco es el grillete y, el profesor, su celador. Son conocidas las típicas rabietas al despertar en la mañana, el mal humor durante el desayuno y el aseo personal, el camino a la escuela, el hastío durante clases, eldesenfreno físico y emocional en el corto receso, la reiterada fantasía de estar en otro lugar y el anhelo de que el periodo escolar finalice, para por fin llegar a casa y “ser libre” (que no es más que un eufemismo de haraganear).
Hay una verdadera antipatía hacia la escuela en muchos de los niños y jóvenes, que se termina convirtiendo en aversión al conocimiento teórico de cualquier tipo, alaprendizaje metódico y a cualquier actividad que conlleve un esfuerzo. Sumado a la necesidad de inmediatez en nuestra era, el producto de esta operación, francamente, luce terrible. Pero eso es otro tema que habría que abordar después.
Al alumno de educación básica, poco o nada de interés le producen datos triviales, fechas sin trasfondo, hechos que acontecieron en mundos lejanos, números tiranosy actividades extenuantes y repetitivas. Es imprescindible implicar al estudiante en la información que se le presenta, coloquialmente, “bajarle a su mundo” el contenido de la materia. Además, tiene que parecerle útil. Para que una persona aprenda, debe desear aprender; para que una persona desee aprender, debe encontrarle un sentido al aprendizaje y, ¿por qué no?, un beneficio, un provecho y, porconsiguiente, un disfrute. La meta sería que quedara inculcado en el individuo el conocer para el conocimiento mismo, la pasión y el disfrute del saber-
Para esto, lo que debería buscar la escuela, es: generar una pasión por el conocimiento y un método propio de aprendizaje para sí mismo; descubrir el asombro al adentrarse a lo desconocido; enseñar a dudar de todo, de lo establecido, de símismo, de lo dicho por una autoridad; ofrecer un ambiente propicio para la exposición e intercambio de ideas, sin burla al que se equivoca o no sabe, sin supresión para el voluntarioso ni demanda para el pasivo; ofrecer recursos, lineamientos y asesoría para el estudio y la experimentación.
El autoaprendizaje está a la orden del día. Con el Internet prácticamente omnipresente, al igual que losdispositivos para acceder a él, el que no aprende, es porque no quiere. Una vez terminado el día escolar, el alumno interesado en un tema ya no tiene que ir hasta la biblioteca o andar interrogando a los adultos, puede acceder a una vastedad inagotable de información sobre cualquier tópico, en la comodidad de su casa. La escuela debe ser quien plante la semilla de la duda, ésta germinará y se abrirá...