La tragedia de la ciencia politica

La “tragedia” de la ciencia política
Danilo Zolo

Este ensayo, escrito por el conocido filósofo italiano, argumenta la crisis de la ciencia política y muestra su declive en confrontación con la filosofía política.

El autor plantea la definición de ciencia política afirmada en los Estados Unidos durante las dos décadas posteriores a la conclusión de la Segunda Guerra Mundial como, laaproximación disciplinaria a los problemas de la política que tiene su origen en la “revolución conductista”.
Y emplea la expresión “filosofía política” como la reflexión sobre el fenómeno político, donde no se limita a “observar” el comportamiento de los actores sociales y el funcionamiento de los sistemas políticos, sino que, aparte de esto, analiza los medios, los fines y el “sentido” de laexperiencia política.

También, se expone el doble objetivo con el que emergió la “ciencia política” hace 50 años: el explícito, que pretende alcanzar un conocimiento cierto y objetivo de los hechos políticos, y el análisis de los fenómenos sociales; y el implícito, que prueba la optimización de instituciones democráticas, donde se asegure la libertad, el pluralismo e igualdad de oportunidades. Pero laa pesar de esto, es la ciencia política la que se encuentra precisamente hoy en crisis, y es así como lo afirma el autor argumentando las posibles causas de esto, las cuales son la situación de general incertidumbre de los fundamentos del conocimiento científico y del estatuto epistemológico de las “ciencias sociales”; el contenido y rápido aumento de la complejidad de los fenómenos sociales quepretende explicar y prever empíricamente; los crecientes “riesgos evolutivos” que amenazan a las instituciones democráticas dentro del área de las sociedades “complejas”.

Zolo ilustra el programa originario de la ciencia política conductista considerando los desplazamientos de la formulación proporcionada por David Easton (1962) y la sistematización de la reconstrucción histórica del desarrollocompleto de la disciplina propuesta por Jurgen Falter (1982). Estos dos autores nos plantean que la “revolución conductista” implica al menos las siguientes cinco asunciones, cada una con un objetivo de poder considerarse resultados “científicos”. Estos son, explicación y previsión con base en leyes generales: tanto el comportamiento político de los actores como el funcionamiento de los sistemaspolíticos presentan regularidades observables; segunda, verificabilidad empírica y objetividad: la validez de las generalizaciones nomológicas puede ser comprobada a través de una verificación empírica que tenga como referencia comportamientos observables de los actores políticos; tercera, cuantificación y medición: la adopción de procesos rigurosos en el registro de los datos es posible, en laenunciación de los resultados y en la ejecución de controles relativos a los comportamientos políticos; cuarta, sistematicidad y acumulatividad: la investigación de los científicos políticos puede desenvolverse en formas análogas a las consolidadas dentro de la praxis de las comunidades científicas más maduras, esta investigación deberá ser “sistemática”; y por último, la avaloratividad: laexplicación y previsión empírica de fenómenos políticos puede considerarse distinta de las valoraciones y prescripciones de carácter ético o ideológico. Esto es, como lo concluye el autor, una condición esencial del carácter científico o de las proposiciones de la ciencia política, lo que indica que el científico político tiene el deber intelectual de abstenerse ante todo tipo de valoración ética oideológica a lo largo de sus indagaciones, y es aquí donde la ciencia política se opone a la filosofía política tradicional que nunca ha tematizado la distinción entre juicios de hecho y juicios de valor, y que ha sido más bien concebida como una reflexión sabia y normativa más que como una forma de conocimiento objetivo.

A partir del ensayo de Isaiah Berlin, Does Political Theory Still Exist?,...