La vida en méxico

CARTA XI
La casa en que vivimos forma parte de la calle Tacuba, la antigua Tlacopan, una de las grandes calzadas por medio de las cuales México antiguo se comunicaba con el continente. Las otras dos eran la del Tepeyac y la de Iztapalapan, y fue por esa última por la que el emperador mexicano y sus nobles salieron a recibir a Cortés en la entrada de Tenochtitlan.
La antigua ciudad se dividía encuatro barrios, división que se ha conservado hasta el día, sin más cambio que de sus nombres indios por los de San Pablo, San Sebastián, San Juan y Santa María. Las calles tienen la misma dirección que tuvieron antiguamente.
Por ser día de fiesta, el Paseo estaba lleno de carruajes y, en consecuencia mucho más brillante y divertido que nunca. Este Paseo es el Prado mexicano o el Hyde-Park,mientras que la Viga puede reputarse como los jardines de Kensington de la metrópoli, y esto solamente por sucederle al anterior, ya que en México no se practica el paseo a pie, que aquí se considera como poco elegante; y aunque algunas señoras vestidas de negro y puestas de mantilla, se aventuran a andar a pie muy temprano en la mañana para ir a misa o de compras, están las calles en tan malestado y las aceras son tan estrechas, tan compacto el gentío, el hormigueo de léperos en andrajos tan molesto, que todos estos inconvenientes, a los que hay que añadir la fuerza del sol a medio día, ofrecen una perfecta excusa para que las señoras nos e dejen ver en las calles de México.
Después de que en nuestra casa circularon muchos rumores y ocurrieron varias alarmas del todo falsas, hemosconseguido al fin, dos viejos soldados españoles procedentes del Cuerpo de Inválidos, que han tomado como cuartel general el hueco de la escalera, y que matan el tiempo limpiando sus escopetas, haciendo zapatos, comiendo y durmiendo, pero que, hasta ahora, no han tenido la oportunidad de mostrar su valor. El solo hecho, quizás, de ser soldados, será suficiente para ahuyentar a los ladrones vulgares.CARTA XII
Estamos ahora en cuaresma, en medio de los rezos, visiteo a las iglesias y observancia de ayunos. El carnaval no fue muy alegre, excepción hecha de los bailes de máscaras y los lucidos paseos. Es el de la Viga uno de los más bellos que imaginarse pueden, y aun podría mejorarse.
Cual sea la clase social que muestre mayor gusto en el modo de gozar, es cosa que debe dejarse al juicio de lossabios: si los indios, con sus guirnaldas de flores y sus guitarras, sus bailes y canciones y aleando los fragantes brisas, mientras sus canoas se deslizan al filo del agua, o las señoras luciendo sus mejores vestidos y encerradas en sus coches, que se pasean en silencio, devolviendo con un amable movimiento del abanico los saludos de sus bellas amigas desde el fondo de sus carruajes, temerosas,al parecer, de que la leve caricia del céfiro pudiera ofenderlas; y sin embargo, una brisa suave, cargada de aromas, corre sobre las aguas adormecidas y los últimos rayos del sol doran las ramas de los árboles con una luz quebrada y ya fugaz.
Había también algunas vestidas de hombres, la mayoría modista francesas, que gozan aquí de muy mala fama, y muchos hombres disfrazados de mujeres; ypoblanas de antifaz.
Más tarde, los españoles, como lo hacen siempre los nuevos colonos, cortaron los grandes árboles de este hermoso valle, lo mismo en la llanura que en la montaña, dejando el suelo desnudo expuesto a los implacables rayos del sol. Después , su fundado temor a las inundaciones les llevó a construir el famoso Desagüe de Huehuetoca, zanja o conducto o canal subterráneo en la montaña parasacar las aguas de los lagos, y así, en donde hubo lagos de plata cruzados por canoas, se ven ahora tierras de pantano o llanos estériles cubiertos de carbonato de soda.

CARTA XIII
San Joaquín que es también una gran aldea, tiene un hermoso convento con una enorme pared que rodea el jardín y el huerto, propiedades de los ricos frailes carmelitas.
Por la tarde nos detuvimos en la bonita...