Las miradas sobre los amerindios: singularidad, novedad y heterogeneidad

Las miradas sobre los amerindios: singularidad, novedad y heterogeneidad.
Marcos Bruzzoni
Profesorado en Letras
Legajo Nº 91541/3
E-Mail: marcosbruzz77@yahoo.com.ar

Todo acercamiento a una cultura extraña, implica una mirada, un modo de percibir la diferencia entre la identidad propia y aquella contra la cual se tropieza. Los procesos de acercamiento y distinción funcionan a partirde un marco cultural precedente, de este modo se construye la otredad.
En el choque entre la civilización europea y las culturas amerindias es particularmente interesante observar el modo en que Hernán Cortés observa la heterogeneidad de los pueblos americanos.
El presente ensayo monográfico buscará analizar las estrategias que pone en juego Cortés en su Segunda Carta de Relación paraconstruir una identidad indígena. Si bien es clara la admiración y curiosidad que Cortés siente por estas nuevas tierras, no es menos evidente observar un móvil político. Como afirma Delgado Gómez, al redactar esta Segunda Carta de Relación “el status legal de Cortés es de rebeldía a la autoridad”[1]. Es posible afirmar entonces que el acercamiento que hace Cortés hacia la cultura amerindia es através de un proyecto de reafirmación, de rectificación de su status legal.
Es acertada la reflexión de Rolena Adorno al referirse a las percepciones interculturales de los europeos en el siglo XVI. Para Adorno el modo de comprender esa nueva cultura es a través de la similitud, “los europeos (…) elaboraban modelos y marcos comparativos al tratar de reconocer, comprender y clasificar lahumanidad americana”[2]. Por otro lado “a parte de la semejanza, otro modelo relacional era el de la oposición; la antítesis se utilizaba como un modo significativo de conceptualización y conocimiento”[3].
En la Segunda Carta de Relación, esta toma de posición frente a los amerindios funciona a partir de una necesidad de legitimación, por parte de Cortés, de su empresa colonizadora. Laconstrucción que hace Cortés expone las tensiones de un hombre que, al describir lo que observa, debe ficcionalizar esa realidad y someterla a un proyecto claro de conquista.
En este proceso de autentificación Cortés debe reafirmarse como hombre al servicio de la Corono y al mismo tiempo como ejemplo a seguir. Uno de los modos en que esto funciona es dejando de lado cualquier intromisión de undiscurso ajeno, Cortés hace uso de la “observación directa como base necesaria del conocimiento”[4].
Las descripciones de Cortés de los indígenas americanos, de la majestuosidad de sus ciudades, de su organización política y social, es tan marcadamente minuciosa puesto que para alguien como el Rey Carlos V, estos nuevos sujetos eran extraños por entero. La sociedad europea jamás había conocidoel verdadero carácter de estas nuevas culturas, debido, entre otros factores, a que los expedicionarios conquistadores solo habían desarrollado una mirada de los amerindios como “seres de bondad y sencillez paradigmática, tan desnudos en cuerpo como en alma”[5].
Para salvar esta distancia entre el hombre europeo y el amerindio Cortés recurre constantemente a la comparación. Observemos porejemplo la descripción que hace al arribar a la ciudad de Tizatlán: “es tan grande y de tanta admiración que aunque mucho de lo de della podría decir deje, lo poco que diré creo que es casi increíble, porque es muy mayor que Granada y muy más fuerte y de tan buenos edificios y de mucha más gente que Granada tenía al tiempo que se ganó[6]”. Vemos como Cortés traza un paralelo entre esta ciudadaborigen y una que es conocida por el Rey y los miembros de la Corona. La semejanza no es aquí simétrica, Cortés hace uso de algo familiar como la ciudad de Granada para destacar la majestuosidad de Tizatlán,
Más adelante Cortés destaca la abundancia de estas nuevas tierras: “(…) muy mejor abastecida de las cosas de la tierra, que es de pan y de aves, y caza, (…) hay joyerías de oro y plata y...