Lazarillo De Tormes
"Agora quiero yo usar contigo de una liberalidad, y es que ambos comamos este racimo de uvas, y que hayasdel tanta parte como yo. Partirlo hemos desta manera: tú picarás una vez y yo otra; con tal que me prometas no tomar cada vez más de una uva. Yo haré lo mismo hasta que lo acabemos, y de esta suerteno habrá engaño."
Hecho así el concierto, comenzamos; mas luego al segundo lance; el traidor mudó de proposito y comenzó a tomar de dos en dos, considerando que yo debría hacer lo mismo. Como vique él quebraba la postura, no me contenté ir a la par con el, mas aun pasaba adelante: dos a dos, y tres a tres, y como podía las comía. Acabado el racimo, estuvo un poco con el escobajo en la manoy meneando la cabeza dijo:
"Lázaro, engañado me has. Juraré yo a Dios que has tú comido las uvas tres a tres."
"No comí -dije yo- mas ¿por que sospecháis eso?"
Respondió el sagacísimo ciego:"¿Sabes en qué veo que las comiste tres a tres? En que comía yo dos a dos y callabas."
A lo cual yo no respondí. Yendo que íbamos así por debajo de unos soportales, en Escalona, adonde a la sazónestabámos en casa de un zapatero, había muchas sogas y otras cosas que de esparto se hacen, y parte dellas dieron a mi amo en la cabeza. El cual, alzando la mano, tocó en ellas, y viendo lo que eradíjome:
"Anda presto, mochacho; salgamos de entre tan mal manjar, que ahoga sin comerlo."
Yo, que bien descuidado iba de aquello, miré lo que era, y como no vi sino sogas y cinchas, que no era cosa decomer, díjele:
"Tío, ¿por qué decís eso?"
Respondióme:
"Calla, sobrino; según las mañas que llevas, lo sabrás y verás como digo verdad."
Y así pasamos adelante por el mismo portal y llegamos a unmesón, a la puerta del cual había muchos cuernos en la pared, donde ataban los recueros sus bestias, y como iba tentando si era allí el mesón adonde el rezaba cada día por la mesonera la...
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