LENGUAJE

ENSAYO SOBRE LAS DROGAS Y LA DELICUENCIA
La drogadicción y la delincuencia, principalmente de los infantes y adolescentes, son un problema social y científico-pedagógico que genera seria preocupación en nuestra sociedad actual. La delincuencia en nuestro país ha incrementado significativamente en los últimos años, y cada vez en mayor medida, fuera de control, por lo que puede llegar a ser unaamenaza directa para el normal desarrollo de la convivencia de la propia sociedad. Como consecuencia de su propio incremento y de la creciente gravedad de sus hechos delictivos, el problema que ella plantea constituye uno de los rasgos más característicos de nuestra época. La delincuencia se conoce como el fenómeno de delinquir o cometer actos fuera de los estatutos impuestos por la sociedad, peroes poco lo que sobre las verdaderas causas por las que un joven puede introducirse en este mundo. Éstas causas son diversas; pueden ser de orígenes orgánicos, fisiológicas, patológicas, influencias externas como el medio en el que se desarrollan los primeros años de su vida, la carencia de afecto y atención por parte de los padres o simplemente mala orientación.
Los episodios que involucrandiversas formas de violencia por parte de menores de edad han vuelto a poner en discusión, a veces con ligereza, el complejo escenario que rodea la problemática de la minoridad, el delito y su relación con el abuso de sustancias psicoactivas. Menores enmascarados vierten, últimamente casi a diario por lo que no queda duda es de que en la gran mayoría de los casos, a vincular directamente la droga conel delito y promover las incalificables justificaciones de sus protagonistas en relación con sus actos. Las sustancias psicoactivas aparecen en este escenario como elemento omnipresente. En el imaginario colectivo se establece una relación directa entre la sustancia, el menor y el delito, perturbando aún más las, frecuentemente difusas, barreras que marcan el nivel de responsabilidad de aquel quecomete una transgresión a la ley. El comprensible dolor e impotencia de los afectados se unen a los efectos del torbellino social y la desprotección generando un disciplino panorama en el cual todo es posible. Presos que habitan en comisarías e institutos superpoblados que fugan con precisión o son prontamente liberados para después continuar su saga demencial son imágenes con las cuales hemosdesarrollado una familiarización patológica. Penas más duras y un descenso en la edad de imputabilidad son reclamados por un amplio sector de la población como búsqueda ilusoria de la seguridad perdida. Como contraparte se alzan las voces garantizadoras que interpretan el problema desde una perspectiva social, en el marco de los derechos humanos, entendiendo el problema de la violencia y la drogacomo causas de un malestar que debe ser atendido desde esa perspectiva, lo cual es indispensable. La zona de conflicto entre ambas líneas de pensamiento, punitiva y garantizadora, se ve peligrosamente plasmada en desaciertos concretos: agentes del sistema judicial que otorgan a menores delincuentes que consumen drogas un tratamiento como si fuesen adictos y la sociedad que ve en cada adicto, menor omayor de edad, a un potencial o declarado delincuente. Es por ello que el sistema judicial como todos los actores sociales con cierto grado de influencia sobre terceros deberían evaluar qué tipo de mirada están utilizando al ver a ese joven drogado que acaba de cometer un grave delito.
A manera de conclusión podría decirse que hoy, como nunca se ha dado en nuestra historia, las condicionessociales para que aumenten la delincuencia, la violencia, el alcoholismo y el abuso de sustancias psicoactivas, sean éstas de origen lícito o no. La tensión social y carencias estructurales someten a nuestro lesionado tejido social a un monto de frustración y angustia imposible de tolerar, lo cual deriva en un sinnúmero de malestares y diferentes grados de perturbación psíquica. Esta realidad...