Leyendas

La Niña
Había una vez una niña muy pobre. Trabajaba día tras día para traerle escasas moneditas a su familia. Los favoritos de sus múltiples trabajos eran: Recolectar frutas, vigilar el ganado de sus vecinos, hacer pan y vender los huevos que conseguía de sus gallinas.
Cuándo finalizaba el mes (que era cuando la gente le pagaba), la niña estaba llena de alegría, ya que, cómo solía hacersiempre; contaba sus monedas con deleite, una tras otra, mientras el sol se iba.
Un día como cualquiera, mientras paseaba por la plaza de un pueblo cercano, la niña se paró y observó con atención un escaparate.
El rostro de una muñeca asomaba entre los múltiples anuncios de vivos colores.
El precio de ese lindo regalo era muy superior al de las monedas que tenía nuestra amiga, así que; se fue sinllevársela.
Muy triste, volvió a su casa con las manos vacías. Sus padres le preguntaron mil veces:
-Hija, ¿Qué te pasa?
Pero ella siempre respondía con un:
-Nada.
Un par de días más tarde, mientras la madre de la niña y ella le ponían la nata a un pastel que debían entregar a un cliente, la niña acabó confesando.
Su madre le dijo:
-No te preocupes. Te la conseguiré.
Y, la niña abrazó a sumadre.
La madre, que apenas tenía pan para llenarse la tripa, se preguntó mil y una veces qué podía hacer para conseguir lo prometido a la niña.
Al fin, se la ocurrió una gran idea.
Cuándo la niña apoyaba su cabeza en la almohada, su madre comenzaba otra noche entera trabajando.Y, después de haber trabajado varias noches, pedía a cambio de su trabajo retales, agujas, tela, …
Cuándo ya hubo reunidotodo, la madre dormía sólo un poco al principio de la noche y, durante el resto, fabricaba con cariño la preciosa muñeca.
Una mañana, nuestra amiga se levantó. Su madre le esperaba en el salón con el regalo sobre su regazo. La niña cogió el regalo, pero, se detuvo a llevárselo cuándo vio la cara cansada de su madre, llena de ojeras. Acto seguido, abrazó a su madre y, llorando, le susurró:-Perdona a tu hija por ser una niña tonta. No tendrías que haber trabajado tanto.
Su madre, conmovida, le respondió:
-No te preocupes, yo ya tengo mi recompensa.
-Y, ¿Qué es, mamá?
-Tu sonrisa.
Muchos hubieran dicho que la muñeca era normal y corriente. Pero, para ella, era un completo tesoro.
Después de todo, era el fruto del esfuerzo de su madre.
Le daba igual que otras niñas presumieran dehaber adquirido la muñeca que ella ni podría soñar; porque, a los meses, todas menos ella se aburrieron de sus muñecas. Ella, durante toda su vida, la trató con cariño y la llevó con ella. Hasta que, pasado el tiempo, la niña tuvo una hija, a la que regaló la muñeca. Siempre que vea a su hija con ella, se acordará de ese día tan especial.
“Porque, no todo se puede conseguir con dinero.´´

EL HADADEL JARDÍN

Gabrielito volvió algo alterado al sector del jardín donde jugaban sus amiguitos Angie, pocho y Meche, y les dijo jadeando:
«He visto a un hombrecito allá atrás, pero se fue al instante».
-¡Lo que viste fue un duende! - dijo Pocho.
«No, fue tu hada madrina», opinó Angie; pero Meche lo negó: «De seguro ha sido un gnomo o sílfide».
-Mejor llamaré al abuelo -concilió Gabriel.Luego de oírlos, el venerable abuelo Amador explicó: «En el caso de las hadas, su nombre proviene del latín fata y fatum, que significa“hado” o “destino”; son seres que por sus poderes mágicos podían regir la suerte del ser humano».
-¿Es cierto que vivían bajo tierra? -preguntó Pocho.
-Bueno... gustaban estar en todo lugar que mantuviese los espíritus elementales: aire, agua, tierra y fuego.
-Hayhadas buenas -dijo Angie - y bien golosas.
-Prefieren vivir en bosques y jardines -agregó el abuelo-, pues allí crecen: el jengibre, la cebada, el tomillo y el trébol de cuatro hojas, alimentos que las deleitan; además, la leche la beben de la misma ubre.
-¿Fue un hada lo que vio Gabriel? -consultó Meche.
…O un duende o gnomo -dijo el abuelo-, pero no debemos asustarnos sino sentirnos...