Licenciado
Páginas: 6 (1485 palabras)
Publicado: 13 de septiembre de 2012
Reseña Histórica sobre el Año de la Fe
“La puerta de la fe”, (cf. Hch 14, 27), que introduce en la vida de comunión con Dios y permite la entrada en su Iglesia, está siempre abierta para nosotros. Se cruza ese umbral cuando la Palabra de Dios se anuncia y el corazón se deja plasmar por la gracia que transforma.”(Porta Fidei 1)
Con estas palabras el Santo Padre inicia la carta apostólica“Porta Fidei” que, a propósito del Año de la Fe, anuncia una nueva ola “refrescante” para la Iglesia, de modo que anuncie a todos los hombres el mensaje de salvación que el mismo Cristo llevó hasta las últimas consecuencias, dando la vida por cada uno de nosotros.
La Iglesia universal, pone de manifiesto a todos los pueblos de la tierra, esta magna celebración, de modo que los hombres y las mujeresde buena voluntad, coloquen nuevamente en el centro de sus vidas, a Aquél que por nosotros se ha hecho carne: Jesucristo, el Señor. El Santo Padre junto con toda la Iglesia a partir del 11 de octubre de 2012, coincidiendo con el 50º aniversario de la apertura del Concilio Ecuménico Vaticano II, comienza oficialmente, este caminar tratando de volver a las raíces, a lo esencial de nuestra fe,tratando con ello de despertar en nuestros corazones aquellos mismos deseos que inspiraron a tantos hombres a lo largo de los años, entregando su vida, dando testimonio a los hermanos del Señor que resucitó. De modo que el Año de la Fe se clausurará, el 24 de noviembre del 2013, en la solemnidad de Cristo Rey, con una magna celebración.
El Año de la Fe "es una invitación a una auténtica y renovadaconversión al Señor, único Salvador del mundo"(PF 6). Mientras que en el pasado era posible reconocer un tejido cultural unitario, ampliamente aceptado en su referencia al contenido de la fe y a los valores inspirados por ella, hoy no parece que sea ya así en vastos sectores de la sociedad, a causa de una profunda crisis de fe que afecta a muchas personas". Por eso, el Papa invita a una "auténticay renovada conversión al Señor, único Salvador del mundo".
La Iglesia, a partir del Motu Proprio, propone algunos medios para vivir este año: Intensificar la celebración de la fe en la liturgia, especialmente en la Eucaristía; dar testimonio de la propia fe; y redescubrir los contenidos de la propia fe, expuestos principalmente en el Catecismo.
Haciendo referencia a lo dicho por el PapaBenedicto XVI esta magna celebración, tendrá un alcance universal: Tendremos la oportunidad de confesar la fe en el Señor Resucitado en nuestras catedrales e iglesias de todo el mundo; en nuestras casas y con nuestras familias, para que cada uno sienta con fuerza la exigencia de conocer y transmitir mejor a las generaciones futuras la fe de siempre y sobre todo, en nuestra Casa de Formación, en laque los futuros pastores de la Iglesia Arquidiocesana, darán razón de su fe. En este Año, las comunidades religiosas, así como las parroquiales, y todas las realidades eclesiales antiguas y nuevas, encontrarán la manera de profesar públicamente aquello que creen, sin temor a ser señalados.
En el marco del Año de la Fe, conviene hacer un recuento de los aportes con los que la vida de laIglesia ha sido enriquecida en los últimos años a través de sus pastores y con ello intensificar nuestra participación en torno a este celebración:
El beato Papa Juan XXIII, tres meses después de su elección, el 25 de enero de 1959, en la Basílica de San Pablo Extramuros y ante la sorpresa de todo el mundo, anunció el XXI Concilio Ecuménico – que posteriormente fue llamado Concilio Vaticano II.Este Concilio, fue uno de los eventos históricos que marcaron el siglo XX. El Concilio constó de cuatro sesiones: la primera de ellas fue presidida por el mismo Papa el 11 de octubre de 1962. Él no pudo concluir este Concilio ya que falleció un año después, (3 de junio 1963). Las otras tres etapas fueron convocadas y presididas por su sucesor, el Papa Pablo VI, hasta su clausura en 1965.
El...
“La puerta de la fe”, (cf. Hch 14, 27), que introduce en la vida de comunión con Dios y permite la entrada en su Iglesia, está siempre abierta para nosotros. Se cruza ese umbral cuando la Palabra de Dios se anuncia y el corazón se deja plasmar por la gracia que transforma.”(Porta Fidei 1)
Con estas palabras el Santo Padre inicia la carta apostólica“Porta Fidei” que, a propósito del Año de la Fe, anuncia una nueva ola “refrescante” para la Iglesia, de modo que anuncie a todos los hombres el mensaje de salvación que el mismo Cristo llevó hasta las últimas consecuencias, dando la vida por cada uno de nosotros.
La Iglesia universal, pone de manifiesto a todos los pueblos de la tierra, esta magna celebración, de modo que los hombres y las mujeresde buena voluntad, coloquen nuevamente en el centro de sus vidas, a Aquél que por nosotros se ha hecho carne: Jesucristo, el Señor. El Santo Padre junto con toda la Iglesia a partir del 11 de octubre de 2012, coincidiendo con el 50º aniversario de la apertura del Concilio Ecuménico Vaticano II, comienza oficialmente, este caminar tratando de volver a las raíces, a lo esencial de nuestra fe,tratando con ello de despertar en nuestros corazones aquellos mismos deseos que inspiraron a tantos hombres a lo largo de los años, entregando su vida, dando testimonio a los hermanos del Señor que resucitó. De modo que el Año de la Fe se clausurará, el 24 de noviembre del 2013, en la solemnidad de Cristo Rey, con una magna celebración.
El Año de la Fe "es una invitación a una auténtica y renovadaconversión al Señor, único Salvador del mundo"(PF 6). Mientras que en el pasado era posible reconocer un tejido cultural unitario, ampliamente aceptado en su referencia al contenido de la fe y a los valores inspirados por ella, hoy no parece que sea ya así en vastos sectores de la sociedad, a causa de una profunda crisis de fe que afecta a muchas personas". Por eso, el Papa invita a una "auténticay renovada conversión al Señor, único Salvador del mundo".
La Iglesia, a partir del Motu Proprio, propone algunos medios para vivir este año: Intensificar la celebración de la fe en la liturgia, especialmente en la Eucaristía; dar testimonio de la propia fe; y redescubrir los contenidos de la propia fe, expuestos principalmente en el Catecismo.
Haciendo referencia a lo dicho por el PapaBenedicto XVI esta magna celebración, tendrá un alcance universal: Tendremos la oportunidad de confesar la fe en el Señor Resucitado en nuestras catedrales e iglesias de todo el mundo; en nuestras casas y con nuestras familias, para que cada uno sienta con fuerza la exigencia de conocer y transmitir mejor a las generaciones futuras la fe de siempre y sobre todo, en nuestra Casa de Formación, en laque los futuros pastores de la Iglesia Arquidiocesana, darán razón de su fe. En este Año, las comunidades religiosas, así como las parroquiales, y todas las realidades eclesiales antiguas y nuevas, encontrarán la manera de profesar públicamente aquello que creen, sin temor a ser señalados.
En el marco del Año de la Fe, conviene hacer un recuento de los aportes con los que la vida de laIglesia ha sido enriquecida en los últimos años a través de sus pastores y con ello intensificar nuestra participación en torno a este celebración:
El beato Papa Juan XXIII, tres meses después de su elección, el 25 de enero de 1959, en la Basílica de San Pablo Extramuros y ante la sorpresa de todo el mundo, anunció el XXI Concilio Ecuménico – que posteriormente fue llamado Concilio Vaticano II.Este Concilio, fue uno de los eventos históricos que marcaron el siglo XX. El Concilio constó de cuatro sesiones: la primera de ellas fue presidida por el mismo Papa el 11 de octubre de 1962. Él no pudo concluir este Concilio ya que falleció un año después, (3 de junio 1963). Las otras tres etapas fueron convocadas y presididas por su sucesor, el Papa Pablo VI, hasta su clausura en 1965.
El...
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