limites de la interpretacion
Umberto Eco
Editorial Lumen
Los límites de la interpretación
PALABRA EN EL TIEMPO
Colección dirigida por ANTONIO VILANOVA
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Eco, Humberto - Los límites de la interpretación
UMBERTO ECO
LOS LÍMITES DE LA
INTERPRETACIÓN
Traducción de Helena Lozano
EDITORIAL LUMEN
Título original: / limiti dell'interpretazione
Publicado por EditorialLumen, S.A.,
Ramón Miquel i Planas, 10 — 08034 Barcelona.
Reservados los derechos de edición
en lengua castellana para todo el mundo.
Primera edición: 1992
© Gruppo Editoriale Fabbri, Bompiani, Sonzogno, Etas S.p.A.
Milán, 1990
Depósito Legal: B. 28.698-1992 ISBN: 84-264-1214-9
Printed in Spain
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Eco, Humberto - Los límites de la interpretación
INTRODUCCIÓN
Al principio de suMercury, Or the Secret and Swift Messenger, 1641, John Wilkins cuenta la
siguiente historia:
Cuan extraño debió resultar este Arte de la Escritura en su primera Invención lo
podemos adivinar por los Americanos recién descubiertos, que se sorprendían al
ver Hombres que conversaban con Libros, y a duras penas podían hacerse a la
idea de que un Papel pudiera hablar...
Hay una graciosa Historia aPropósito de esto, concerniente a un Esclavo indio; el
cual, habiendo sido enviado por su Amo con una cesta de Higos y una Carta, se
comió durante el Camino gran Parte de su Carga, llevando el Resto a la Persona a
la que iba dirigido; la cual, cuando leyó la Carta, y no encontrando la Cantidad de
Higos de que se hablaba, acusó al Esclavo de habérselos comido, diciéndole lo
que la Cartaalegaba contra él. Pero el Indio (a pesar de esta Prueba) negó
cándidamente el Hecho, maldiciendo la Carta, por ser un Testigo falso y
mentiroso.
Después de esto, habiendo sido enviado de nuevo con una Carga igual, y con una
Carta que expresaba el Número preciso de Higos que habían de ser entregados,
devoró otra vez, según su anterior Práctica, gran Parte de ellos por el Camino;
pero antes detocarlos, (para prevenir toda posible acusación) cogió la Carta, y la
escondió debajo de una gran Piedra, tranquilizándose al pensar que si no lo veía
comiéndose los Higos, nunca podría referir nada de él; pero al ser ahora acusado
con mayor fuerza que antes, confiesa su Error, admirando la Divinidad del Papel,
y para el futuro promete la mayor Fidelidad en cada Encargo (3. a ed., Nicholson,Londres 1707, pp. 3-4).
Seguramente esta página de Wilkins suena diferente de otras páginas de nuestro tiempo
donde la escritura se toma como ejemplo supremo de semiosis, y todo texto escrito (o
hablado) se considera una máquina que produce una «deriva infinita del sentido». Tales
teorías contemporáneas le objetan indirectamente a Wilkins que, una vez separado de su
emisor (así como de suintención) y de las circunstancias concretas de su emisión (y por lo
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Eco, Humberto - Los límites de la interpretación
tanto del referente al que alude), un texto flota (digámoslo así) en el vacío de un espacio
potencialmente infinito de interpretaciones posibles. Por consiguiente, ningún texto puede ser
interpretado según la utopía de un sentido autorizado definido, original y final. Ellenguaje
dice siempre algo más que su inaccesible sentido literal, que se pierde ya en cuanto se inicia
la emisión textual.
El obispo Wilkins — a pesar de su inquebrantable creencia de que la Luna estaba habitada
—era un hombre de notable altura intelectual y dijo muchas cosas aún importantes para los
estudiosos del lenguaje y de los procesos semiósicos en general. Observemos, por ejemplo, lafigura que aparece en la página 311 de su Essay Towards a Real Character (1668). Estaba
tan convencido de que una teoría del significado era posible que había intentado (no era el
primero pero por la forma fue, sin duda, un pionero, con extraordinaria intuición visual) dar
una manera de representar incluso el significado de los términos sincategoremáticos. Ese
dibujo muestra que, admitiendo...
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