Literatura

Las fantasías pedagógicas de Montoya
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Antes de detenernos en las fantasías virtuales del director del SENA, traigamos a colación otra anécdota. Uno de los tantos foros universitarios a los que asistí en los 90, se convocó bajo la pregunta ¿Qué tipo de universidad requiere el país? A esa pregunta un estudiante de laUniversidad del Valle respondió con un sarcasmo de antología. Para él la respuesta a dicha pregunta dependía de los intereses y la postura ideológica de quien la contestara. Eso sí, todo el que la contestaba, proyectaba un modelo universitario excluyente y pensado para la dominación, donde la calidad de la educación importaba poco y la preocupación por la construcción de nación era mínima.
En suopinión, si la pregunta se le hacía a la derecha, esta  respondía que el país requiere de una universidad monolítica, que adoctrine en los principios conservadores. En esa universidad debe enseñarse a los estudiantes una historia que glorifique, a ojos cerrados, la patria, que esconda las vergüenzas del pasado y que le apueste, sin chistar, a la conservación de los valores tradicionales que rigen a lassociedades excluyentes, como la nuestra. Por su parte, la izquierda respondería que ella quiere también una universidad monolítica, que saque al flote las vergüenzas de las élites, que adoctrine en los principios revolucionarios y que forme individuos autocríticos, que glorifiquen, sin chistar, los valores autoritarios, que rigen las sociedades totalitarias, que sueñan los partidarios de ladictadura del proletariado.
La empresa privada respondería que ella sueña con buenos profesionales, que trabajen por la mitad del salario, que obedezcan como peones y que no se preocupen por sus derechos ni prestaciones sociales. Los profesores responderían que ellos quieren una universidad que les garantice el derecho a jubilarse, en un país donde poco trabajadores tienen ese derecho, pero que no lesexija mucho. Los políticos dirían que ellos quieren una universidad que les ofrezca puestos para sus alfiles y le garantice educación universitaria ante todo a su clientela electoral. Los ciudadanos del común afirmarían que ellos quieren una universidad que gradué a sus hijos de doctores, sin importar en que saber, ni la calidad de ese saber, porque lo que cada familia necesita es un hijo al que ledigan dotor. Por su parte el gobierno se interesaría por una universidad que cueste poco, que no cuestione, ni debata, ni piense. En suma que no se interese mucho por los problemas de la sociedad.
Según Montoya para superar los defectos de la universidad colombiana lo que debemos hacer es embarcarnos sin tanto reparo en la virtualidad y “desbaratar el salón de clases” porque eso “tenía vigenciahace 20 o 30 años, cuando para poder aprender uno tenía que tomar notas en un cuadernito” que “uno lo guardaba porque si se perdía imagínese”. La propuesta de Montoya es similar a la de un senador de los años 70 que recomendó, para educar a la población reduciendo costos, comprar televisores, ponerlos en los parques y transmitir a través de ellos las clases desde un estudio de televisión.
Lavirtualidad es útil para masificar la educación y para mejorar la calidad de la misma. Pero las personas implicadas en la actividad educativa no se pueden olvidar de que en el seno de una sociedad, que se debate entre montañas de información, ya no importan tanto los contenidos, sino la manera como los analizamos. En tal sentido ya no es tan importante lo que se aprende sino la manera como se aprende.Lo que el sistema universitario está llamado a enseñarles a sus estudiantes es a aprender a aprender y a desaprender. A documentar los procesos y a sistematizar las experiencias. En síntesis, poner en marcha procesos constructivistas, en los que cada quien se apersone de su rol como agente productor y consumidor de conocimientos.
En tres escenarios diferentes he escuchado decir, en tres...