Lo interdiciplinario en educación. punto de partida para una prevención posible

LO INTERDICIPLINARIO: PUNTO DE PARTIDA PARA UNA PREVENCIÓN POSIBLE.
“Amada, supón que no hay remedio...
remedio, es todo lo que intento.”
El Dulce Abismo-Silvio Rodríguez

DE LAS BLANCAS PALOMITAS A LOS EDUCANDOS DE HOY

Quienes trabajamos en establecimientos públicos, nos encontramos con más de la mitad de la población infantil arrasada. Nietos de planes asistenciales, hijos demujeres que los parieron quizás para (por fin) tener algo; habitantes de un presente eterno que nos muestra obscenamente, que tiempo por delante y futuro no son sinónimos.
Nos topamos con un deterioro subjetivo cuya etiología no se encuentra en los manuales de biología sino en las agendas del poder político-económico.
Nos encontramos cotidianamente con un modo particular de constitución dela subjetividad actual en la que se perciben los efectos que el deterioro de las condiciones sociales-económicas- institucionales descargó sobre la población desde hace ya varias generaciones.
Si un desocupado padece, por la ruptura de lazos que el trabajo produce, un proceso de desdibujamiento de la representación que tiene de sí mismo y con ello su aniquilamiento simbólico, imaginémonos losefectos de las políticas neoliberales sobre comunidades con tres generaciones de desocupados.
Las instituciones tradicionales no están pudiendo alojar y asistir con eficacia a esta importante población infantil, extremadamente vulnerable, tornándose, incluso, muchas veces expulsivas de estos niños que se alejan cada vez más del ideal de infancia con que nuestras instituciones se forjaron ycristalizaron. Desde esta no-inclusión expulsión se refuerza y reproduce la exclusión social, dificultando el desarrollo de trabajos asistenciales que a la vez permitan una política de prevención, y con ello la posibilidad de reparar, reconstruir y potenciar los recursos con los que cada niño cuenta o puede llegar a contar.
El tratamiento que como sociedad hacemos de la infancia va de la mano dellugar que le damos a nuestra representación del futuro. Durante el nefasto neoliberalismo de los 90 la progresiva destitución de los espacios que constituian la familia, la escuela y el estado como garantes de la protección hacia la infancia, vulneró a los niños, devastó a la infancia. La exposición de los niños a situaciones de carencia estructural, de desprotección, nos interpela hoy política yéticamente en tanto se está atentando contra la constitución misma de sujetos de derecho.

Si partimos de que es aquello que el Otro simbólico supone en un niño lo que lo constituirá como tal, no podemos dejar de señalar la gravedad que conlleva el hecho de que las generaciones que representan la posibilidad de nuestro futuro advengan a un lugar donde se las supone un objeto de uso, de consumo odesecho.
Para ilustrar los efectos de esta época podemos mencionar el empobrecimiento de las representaciones acerca de la infancia que da cuenta del lugar que esta ocupa. No hace mucho tiempo, durante la depresión económica de los años ’30 (Tan vigentes hoy cuando los planes de ajuste impulsados por el FMI que asolaron nuestra patria se abalanzan sobre Grecia y España sin corregir siquierauna coma de la receta), las familias que no podían mantener a sus hijos los abandonaban en lugares públicos, en conventos, muchas veces con ropas e inclusive cartas. Los dejaban en lugares donde alguien pudiera esperarlos o encontrarlos.
Hoy en cambio son abandonados en basurales, privados desde su nacimiento de otro que los espere y por ello privados de un mito fundante de su historia. Se tratade una época que insiste en borrar los lazos filiatorios, es decir, el nombre que particulariza a un sujeto y que también lo anota en una legalidad y en una genealogía.
Lo propio de lo humano es venir a un mundo de neuróticos caracterizado por la falta. Ofrecer lo que falta implica compromiso, responsabilidad, sostenimiento de pactos. Por el contrario ofrecer lo que sobra sería, en cambio,...