Los acueductos romanos en españa

LOS ACUEDUCTOS ROMANOS EN ESPAÑA




























© JOSÉ MIGUEL GUZMÁN ROMERO
1. INTRODUCCIÓN

Al referirnos al tema de los acueductos romanos en nuestro país nos obliga en conciencia a una crítica al carácter de nuestro pueblo que a lo largo de los siglos se ha mostrado tan poco interesado por su patrimonio cultural. Quitando unos cuantos ejemplos, lamayoría de los acueductos se han perdido por dejadez o por la acción de desconsiderados. Un ejemplo de lo sucedido lo representa el acueducto de Sevilla que en los años veinte conservaba todavía gran cantidad de arcadas y hoy podemos darnos por contentos cuando contemplamos sus cinco arcos.

Pero la crítica no se queda en el trato material que han recibido estos monumentos. El trato por partede los especialistas no puede ser más triste. Son poquísimos los trabajos profundos. Hasta la fecha, 1985, sólo hemos encontrado dos del mismo autor, D. Carlos Fernández Casado. Es una obra completa y crítica. Quizás estudiada desde un punto de vista demasiado técnico al ser su autor arquitecto. Se nota la ausencia de la reflexión del historiador del arte. Falta un estudio en el cual lo técnico semezcle con lo estético.

Los ejemplos que conservamos no tienen que envidiar en nada a los que hay en Francia y en Italia. Los acueductos españoles incluso marcan pautas constructivas como es el caso de los acueductos de las Ferreras en Tarragona y el de los Milagros en Mérida. Uno destaca por ser el primer ejemplo (hoy así se cree) de superposición de arcadas; el otro por utilizar un sistemaconstructivo que luego utilizarán los arquitectos musulmanes: la alternancia de la piedra y el ladrillo.

El acueducto de Segovia, la obra de ingeniería romana más conocida y divulgada, no tiene que envidiar en el sentido técnico al resto. Pero estéticamente encontramos una obra fina y armoniosa, donde la pesadez queda a un lado, donde, como dice un autor: “el acueducto llega a semejarse a unacenefa calada que pende del cielo”.

2. PANORAMA HISTÓRICO

Nos encontramos en las postrimerías del siglo III a.d.C. Los romanos llegan a la península en la que encuentran un mosaico de tribus de lo más diverso. “Sus propósitos debieron ser puramente estratégicos, pero, ganada la contienda, era natural que la victoria llevase aparejada la toma de posesión de la herencia cartaginesa, quecomprendía buena parte de Iberia. Después, el imperialismo que lleva en sí toda potencia de crecimiento había de inclinar a extender la dominación a todas las tierras limítrofes”.

Pero ¿cuál fue la respuesta de los indígenas? ¿cómo aceptaron la ocupación? La verdad es que en algunas zonas estaban “acostumbrados” a estos sucesos, sobre todo el Levante donde tuvieron más influencia griegos yfenicios.

Se puede decir que existieron dos posiciones por parte de los indígenas, una de mayor apertura a los nuevos visitantes y otra de cierta y matizada oposición que obligó a la construcción de líneas de defensa. “La verdad es que, cualquiera que fuese el grado de resistencia opuesto en principio a la ocupación romana, una vez ésta se hubo consolidado, las sociedades respectivas, en los distintospaíses, se convirtieron en sociedades que seguían módulos romanos. Y no precisamente por imposición violenta o coercitiva por parte de los nuevos dueños. Sino porque, salvo en ciertos países del Mediterráneo oriental, ninguna de las culturas indígenas estaba en condiciones de resistir la presión romana por la sencilla razón de que eran inferiores”.

Debe hablarse de un proceso histórico quesupuso un profundo cambio en la vida de los habitantes de la Península. Proceso que llevó a la desaparición de una cultura y la imposición de otra con todo lo que ello conlleva: cambio de mentalidad, de religión, de formas de vida, de economía, de los vehículos propios para expresar la sensibilidad artística, etc.

Estas gentes van aceptando la presencia extranjera porque “los romanos abrían...