Lugar social y función política del escritor en el ensayo del siglo xix: bilbao, rodó y martí.

Lugar social y función política del escritor en el ensayo del siglo XIX: Bilbao, Rodó y Martí.

El lugar social y la función política del ensayista en el siglo XIX latinoamericano se encuentra cruzado de similitudes, que aún expuestos sus matices, resaltan bañados por la ola de cambios que se suscitan en la región. Sus escritos que tienen una clara intención publica, pues toda forma deescritura de la época tiene un marcado carácter político e ideológico y no se limita ni por mucho menos a una sola expresión literaria o de exclusividad con las bellas artes, buscaron siempre interceder en los procesos de ordenamiento y creación institucional a los que se enfrentaban los grupos sociales y la formación de la republica proveniente de un pasado colonial.
En el caso de Francisco Bilbao,su época y el medio eran propicios para la formulación de discursos marcados por la elocuencia y la intensidad, y dirigidos potencialmente a la nueva sociedad chilena en formación. En Sociabilidad Chilena se lee la realidad efectiva del trasfondo de ruptura de Chile con España y todo la opresión que esta representaba tanto en lo económico y material como en lo espiritual y cultural. Se acompañaesta escisión revolucionaria por el deseo y la creación de un nuevo orden, y si bien se reconoce la total inexperiencia y el desafío que supone la enunciación de nuevos estamentos (tarea que hasta el momento no se ha cumplido satisfactoriamente) se deposita con gran confianza esta tarea en la razón y la educación.

“¡Gloria a ti, tricolor! Nuestra revolución es la mudanza violenta de laorganización y síntesis pasada para reemplazarla con la síntesis vaga pero verdadera que elabora la filosofía moderna. Nuestra revolución no fue aisladamente política, aisladamente industrial, aislada del progreso de la humanidad, sino que fue a sedibus imis, de raíz, de la unidad que había, con sus ramificaciones.” (Bilbao)
La función política tanto como el lugar social del escritor se unían en tantoque la clase ilustrada debía asumir un curso de acción para encauzar ya no solo cambios sociales, sino también temporales, de ruptura con todo lo que representaba el pasado, además de dirigir el camino trazado por la razón hacia la felicidad y el bienestar de la nación. Esta representación alcanzaba también a la iglesia por su ligazón con lo monárquico (directa alusión a España). Mientras el hombredefiniera en su vida ciertos pasos universales (función social y política), dejando de lado las particularidades individuales, más cerca se encontraría promoviendo y contribuyendo a un nuevo orden regido por la razón.
La postura política del escritor en Rodó se asemeja en parte y continua con la línea trazada por Bilbao de ir en contra de lo pasado caracterizado por lo monárquico pero a su veztoma ejemplos externos a la realidad americana y paradójicamente incluso de su tiempo haciendo referencia a culturas clásicas en la línea de los modernos, llegando a defender la idea de una importante herencia helénica en la cultura latinoamericana.
La visión de Rodó se condice con una sensibilidad de la época y una tendencia casi natural de imitar modelos externos para la reformulación denuevas sociedades y tomar distancia ante la posibilidad de planteamientos más revolucionarios como los que enunciaría Martí. Por esto omite completamente alguna intención de acercamiento a las culturas indígenas o al mestizaje en su discurso. Esto, que es una constante en las clases ilustradas de la época, parece responder a un temor a ciertas represalias o a un posible cuestionamiento como miembrosde una sociedad estratificada y altamente castigadora con estos temas.
Para Rodó la función del ilustrado y su posición en la sociedad debía ser la de educar al pueblo ocupándose de esta tarea a través del estado a quien corresponde dotar a su gente de la completa educación clásica que el uruguayo tanto admiraba.
“El deber del Estado consiste en colocar a todos los miembros de la sociedad en...