México campeón mundial

México: Campeón Mundial

-¿Bueno, sí?

-¡Buenos días! Lo siento, ¿El Señor Jouse Espiridioun Gounzalez Ibara?

- Otra vez usté, ¡ya le dije que es Ibarra, con Rrrrrrrrrrrrrrrrrrr de erre con erre cigarro! ¡Es que nomás no entienden, pues! ¿Ahora qué se le ofrece?

- Queremous preguntahrle…

- ¿Lo mismo de siempre?

- Si fuera usted tan…. ¿cómo dicen ustedes?

- ¡Amable!... Me caeque nomás le contesto porque sí soy bien amable. Otro ya lo habría mandado bien lejos. Le voy a volver a contar, Señor, pero esta vez ponga usté atención, que parezco merolico nomás hablándole a las paredes…

- Thanks, Míster Espiridioun

- ¡Espiridión, Míster!, ¡Se pronuncia Espiridión, Caramba!...Uff. Bueno, pues le voy a volver a platicar. Creo que ya hasta me sé de memoria las preguntas…¡ahí le va! ¿Qué cómo fue que se me ocurrió?, pues ya ve, las cosas que uno siente cuando pierde la Selección. Sobre todo en los mundiales. ¡De veras que se siente bien feo! Me acuerdo que cuando era un chavito, cómo me dio coraje que nos eliminaran los búlgaros. Y pa’ acabarla de amolar, en penales… eso fue en el 94, después en el 98 los méndigos alemanes, ¡Con Luis Hernández estrellando el balón enposte! ... pero el colmo fue en el 2002, contra los vecinos del norte. Ése juego sí que me dolió. Un mes estuve yo sin salir de mi casa. Imagíneme, un señor de 30 años bien deprimido que no salía de su casa, ¡nomás por el puro coraje!...Entonces fue cuando se me ocurrió: Yo voy a hacer a México campeón mundial de futbol.

Se me metió la idea bien adentro de la cabezota necia que me heredó mipadre. Déjeme decirle míster, que de no haber sido por las enseñanzas de mi papá, que era bien necio, jamás lo hubiera logrado. Bueno, también porque me dejó sus ranchos y sus casotas y sus terrenos y sus edificios y sus empresas y sus negocios y sus fábricas y toda su millonada. Porque si hubiera sido yo pobre, nomás no salía mi plan.

El chiste no era nomás dirigir al equipo, porque ya venustedes que está difícil meterse al ambiente. ¡Ya parece que iba yo a llegar al centro de alto rendimiento a decir: Déjenme ser el entrenador nacional! Además, vamos siendo sinceros, la realidad es como la dicen en el comercial: de cien millones de mexicanos, no podemos escoger once que jueguen bien al fútbol. Entonces, me dije ‘Pues si no los podemos escoger, vamos a enseñarles desde morritos’. Y ahífue donde decidí pues ‘mandar a hacer a mis campeones mundiales’. Claro que con once hijos no me daban las cuentas, tenían que ser catorce, si contamos los tres cambios. Ya después me di cuenta que tampoco con catorce me bastaban, tenían que ser, a lo menos, veinte hijos, todos varones, y más o menos de la misma edad, para que fueran jugando juntos desde chiquitos.

Una vez tomada la decisión,me puse hacer cuentas y cuentas. Por dinero, no paraba. Pero de entrada necesitaba tener veinte esposas, o una que pudiera tener veintillizos o cómo le quiera usté decir.

Me pasé tres años haciendo los planes. Lo primero que tuve que medir fue el periodo de los nacimientos. Veinte hijos en un periodo de un año. Si nos toca de a cincuenta y dos semanas al año, tenía algo así como dos semanaspara afinar la puntería con cada una de las madres de mis hijos. ¿Qué como las convencí? Eso era lo siguiente que había solucionar.

Si ya estaba soñando, había que soñar en grande. Ahí fue donde me di cuenta que si quería competir a nivel mundial necesitaba de jóvenes fuertes, altos y veloces, y con un montón de características dependiendo de la posición en la que iban a jugar. Si quería un buenportero, tenía que ser como Jorge Campos, entonces primero me fui a Acapulco a convencer a alguna de las mujeres de allá. Déjeme le cuento que al principio no sabía ni cómo hacerle ni qué decir, pero con el paso del tiempo fui agarrando experiencia y se me hizo cada vez más fácil convencerlas. ¡Tuvimos que llegar a tener un contrato firmado por cada una de las mujeres con las que pacté el...