México ingobernable

México Ingobernable

“Aléjese de los palacios el que quiera ser justo. La virtud y el poder no se hermanan bien”.
Marco Lucano

Buenas tardes honorables miembros del jurado, distinguidas autoridades académicas, apreciables padres de familia, amigos todos.

La Justicia es el valor sobre el cual se cimienta el cuerpo jurídico que enmarca la vida de nuestro México. Es ella lo que debería guiar laobra de cada una de nuestras autoridades. Justicia, que se fundamenta en un legítimo estado de derecho.
Existe un sentir común de los ciudadanos de esta nación, que sus representantes gubernamentales, aquellos en los que el pueblo ha depositado su más sagrada soberanía, no son ni buenos, ni justos. La corrupción que permee todo ámbito del gobierno, toda esfera de poder nos hace recordar que enrealidad nuestras autoridades no velan por nuestros intereses, sino que lo hacen por los de unos cuantos.
Tarsímaco decía que la justicia es aquello que el más fuerte dice que es. Así, una nación que conquiste a otra, impondrá sobre ésta, normas y preceptos que para aquella sociedad son justos. La ley que dicte el gobernante, aún cuando sea para beneficiarse personalmente, es recta, pues atiende alos intereses de los que tienen el poder. El isnaturalismo biológico de la sofista, que despreciable y que tangible.
Lo dijo tan bien, que todo aquel que tiene poder, se lo ha creído. Hemos depositado la garantía del contrato social en un Congreso de la Unión que no es más que un cuerpo legislativo dividido y cegado. Nuestros senes, aquellos que tienen el poder para crear disposiciones jurídicas,se encuentran organizados en fracciones parlamentarias que ponen en jaque los interesen nacionales, politizando incluso la iniciativa más simple. El verde luchando por matar asesinos, el azul escondido tras un crucifijo jurando que sólo Dios puede quitar la vida, el amarillo, el rojo, el morado. ¡Ah! permítanme corregir mis propias palabras, he sido un tonto. Nuestros congresistas sí trabajan paralograr un objetivo en común: curules. Y es que se les olvida que el espíritu de las leyes que crean debe ser siempre la igualdad y la pluralidad. Qué lamentable es que no pueda un legislador consagrarse a la lucha por el estado de derecho, a defenderlo contra hombre y norma, contra ideales y modas, pues se arriesga a quedarse sin partido. “Yo tengo patria antes que partido” dijo Miguel Negrete,ilustre mexicano. Ojalá nuestros legisladores pensaran igual.
A los hombres de bien no les gusta la idea de gobernar. No existe forma de persuadir a un hombre de bien para que gobierne. Aquel que en ejercicio de sus funciones gubernamentales desee obrar rectamente perderá todos sus amigos, sus familiares se alejarán de él; pues un hombre de bien es tan justo que jamás beneficiaría a nadie, ni a élmismo, sino a su nación. Preferirá renunciar a ayudar a su familia, a sus entrañables amigos, a la gente que más ama, con tal de no fallarle nunca al pueblo que lo ha elegido. Un hombre justo, que jamás violaría los derechos de nadie, no obtendrá lo mejor para su gobierno, pues los tantos otros hombres no tan justos, estarán dispuestos a pasar sobre él para obtener lo que requieren. A un hombrede bien hay que forzarlo a gobernar, y eso solamente puede hacerse cuando se da cuenta de lo terrible que sería que alguien menos justo que él mismo gobernara. Aceptaría, no como un beneplácito, sino como algo necesario.
Por otro lado, un hombre injusto ostentará complacido cualquier poder que se deposite en sus manos. Y lo que es aún mejor, lo usará en maneras tan especiales que juraríamos actúaconforme a derecho, revistiendo las más pérfidas acciones de procedimientos administrativos. Obtendrá, es cierto, beneficios propios, otorgará amplias ganancias a sus allegados, a sus compadres pero si es tan sólo un poco inteligente, se valdrá de todos los medios necesarios para brindar a la ciudadanía al menos un beneficio simbólico. Sólo lo suficiente para llegar al siguiente escalafón del...