Maestro ciruela
Era insano ver cómo la mejor comida se pasaba a los misteriosos comensales y la peor se repartía entre los trabajadores.Así transcurrían los días, durmiendo de día y trabajando de noche, para alguien que nadie había visto. Entre los empleados casi nadie hablaba de lo que allí pasaba y lo que más intrigaba a Tirso eraver los platos que salían como limpios de aquellos comedores. ¿Quiénes podrían llegar con tanta hambre, para no dejar ni una sobrita de comida?.
Un día Tirso quiso desengañarse y a hurtadillaslogró ver por la rendija de una puerta a quiens llegaban a comer cada noche. Mejor hubiera sido no averiguar nada, porque Tirso se llevó el susto de su vida: Después que las mujeres servieron la comida ysalieron del lugar, cientos de cabros cornudos entraron al comedor y poniendo los cascos en la mesa, lamieron los platos hasta terminarse todo.
Tirso se asustó muchísimo hasta sentirse un pocoenfermo y pasó algunos días en cama, deseando el día que regresara el hombrecito que lo trajo, para poder salir de ese lugar. Después de un tiempo se recuperó del susto y volvió a su trabajo, peroencontró que sus tareas habían cambiado. Ahora debía trabajar en el rastro, destazando animales para el consumo.
Su primera tarea fue ir a matar a una vaca robusta. Sin costumbre de matar animales, tomó elhacha para intentar cortarle la cabeza a la res, cuando ella exclamó: "no me matés mijo, soy tu tía". Tirso sintió morirse al escuchar hablar a la vaca y más diciéndole que era su tía.
Ella...
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