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Gustos.

En apariencia sólo estaba planeado salir a aventurarnos sin real rumbo, algo así como si nos quisiéramos sentir exploradores cayendo en un agujero intergaláctico y querer despertar enotra dimensión… Esperen, eso fue demasiado.
La realidad es que con todo y “google maps”, “waze” o cualquier otra aplicación dedicada a dar direcciones y marcarnos rutas; ¡nos perdimos!, y teníamosque llegar a una fiesta que prometía buenos beats y música para melómanos exigentes.
Aunque para serles sincera, muy a menudo me pongo a filosofar en mis enormes y vagantes ratos de ocio, en laevolución de la música, lo que es y lo que creemos que es.
La conclusión es la misma: SUBJETIVIDAD. Podemos compartir opiniones y hasta generar ciertas tendencias parecidas, pero con tantoimpacto comercial rodeándonos y con tantas herramientas tecnológicas conectándonos todo el tiempo con el mundo, sería imposible no tener “placeres culposos”, esos que guardamos en la carpeta, de la carpetade la carpeta de nuestro reproductor y que sólo nosotros tenemos el poder de acceder a ellas.
Divagaba en mi propio pensamiento cuando por fin encontramos la salida hacia el lugar de ensueño,sentí que lográbamos conquistar algo que parecía imposible.
Apenas nos estacionábamos cuando al ir subiendo mi ventana escuché a lo lejos algo que sonaba a una electro-cumbia que empezaba a sermezclada con otro género inconfundible del “pseudo-norte” llamado tribal.
No sabía que decir y mucho menos cómo reaccionar, había sido invitada tanto tiempo antes que no me parecía correcto desdeñar nisiquiera con un gesto, aunque no comprendía el porqué de la insistencia para llevarme, ¿acaso parece que me gusta?, ¿se nota que escucho esto?, miles de preguntas pasaron por mi cabeza, porque aunquemuchos no lo quieran aceptar, tendemos a centralizarnos en una sola cosa y no dejamos espacios abiertos para lo diferente o simplemente para lo que “no nos gusta”, y es que uno se va generando...